¿Y la estrategia?
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En términos de seguridad es triste ver cómo la delincuencia organizada tiene una estrategia territorial y de comunicación que ni el propio gobierno puede presumir.
Cualquier ciudadano puede observar que los grupos antagónicos tienen muy claro quién es su amenaza y sus prioridades.
En pocas palabras, saben claramente con quién es su bronca y qué tienen que asegurar... con armas y corrupción, claro está.
Del lado del Gobierno no vemos certezas. Solamente patrullas, policías y soldados yendo de aquí para allá.
Seguros...
¿qué tanto?
La seguridad se determina por el nivel de riesgo que asumimos.
En ese sentido, ¿qué tan exentos están nuestra vida, libertad y patrimonio de sufrir un daño ante los delincuentes que se encuentran guerra?
Tenemos, por ejemplo, que en los dos primeros meses de este Gobierno estatal han muerto una víctima inocente cada seis días.
Han dañado casas, comercios y autos tras enfrentamientos.
Ni qué decir que cada colonia, fraccionamiento o comunidad cuenta con presencia de los delincuentes.
Entonces, preguntamos de nuevo: ¿qué tan exentos están nuestra vida, libertad y patrimonio de correr algún daño, peligro y riesgo ante la presencia de los delincuentes en combate?
Comidilla nacional
La “militarización” de Sinaloa, esto es, poner mandos del Ejército, Marina y Fuerza Aérea a cargo de corporaciones civiles y en dependencias que ejercen las políticas públicas de prevención del delito e impartición de justicia no ha funcionado.
El fracaso ha sido coronado por la fuga de cinco jefes en el estructura del Cártel de Sinaloa.
Y mientras las autoridades estatales tratan de evadir responsabilidades por tratarse de reos de alta peligrosidad, y por ende problemas de Gobierno federal, lo cierto es que se le fugaron al Estado. No de hay de otra.
La alharaca de que se había pedido su traslado a penales federales es el reflejo de que no hay un interés fidedigno del Estado por resolver la reinserción social.
’No es el maserati’
Que el ex Gobernador Mario López Valdez se pasee por San Diego en un Maserati es lo de menos.
Cualquier empresario exitoso, hasta uno ferretero como el Gobernador bailarín, puede comprarse un vehículo de ese precio.
Tampoco es para sorprenderse que nuestra clase política sea afecta a los lujos y los excesos.
El problema es que no sabemos si ese Maserati y otros gustos de López Valdez se pagan con dinero del erario de los sinaloenses. Esa es tarea de Quirino y las instituciones fiscalizadoras.
Pero lo que brinca. Lo que molesta. Lo que encabrona, pues, no es el Maserati en sí mismo.
Sino que grita que la lana le sobra.
Sí, a ellos les sobra, mientras a Sinaloa le faltan (hasta ahora) cerca de 14 mil millones de pesos.
¿Y el vocero?
A ver, apenas el 1 de febrero nos dijeron que Julio César Romanillo Montoya sería el vocero de seguridad en los operativos de Mazatlán y Culiacán, pero al parecer eso duró hasta que se acabó el proceso para Fiscal General.
Romanillo Montoya participó y llegó a estar en la terna para elegir al Fiscal General, pero no quedó y con ello se evaporaron sus ganas de salir a dar información sobre los actos de violencia en Sinaloa.
Según Juan José Ríos Estavillo, aún no se han hecho cambios en la Fiscalía General, por lo que todos, incluyendo a Romanillo Montoya, continúan con sus cargos dentro de la institución.
Narro debe
responder
El Secretario de Salud del Gobierno federal, José Narro Robles, estará hoy en Mazatlán para encabezar un evento internacional de la UAS sobre higiene animal.
Pero lo interesante es ver si ya trae información relacionada con el desfalco millonario en los servicios de salud de la entidad, porque durante el primer mes, por falta de pago a proveedores, no había ni para surtir las farmacias de hospitales generales y centros de salud, la gente, el derechohabiente, el sacrificado.
Si no, nomás viene a comer mariscos y se irá de regreso a la Ciudad de México.
El desayuno azul
El “suspirante” a las elecciones presidenciales del 2018, el panista Rafael Moreno Valle, vino a Mazatlán a confirmar que anda en precampaña.
El ex Gobernador de Puebla, acusado de endeudar hasta las “manitas” a los poblanos, se presentó en el puerto para invitar a más de 2 mil personas a desayunar.
Suponemos que el desayuno lo pagó de su bolsa, no queremos pensar que todavía navega con los recursos del Estado de Puebla.
Además del desayuno, regaló a la multitud relojes azules y blancos para marcar el color del partido y ganarse su confianza.
Antes de su llegada a Sinaloa, lo precedieron espectaculares con su fotografía, además de su aparición en revistas de contenido político “a modo”.
Si eso no es campaña no sabemos cómo llamarle, lo que sí es evidente es que el señor ex Gobernador sigue gastando dinero a manos llenas, una característica de su Gobierno.