‘Victoria’ de Graciela… sobre Victoria
28 diciembre 2018
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Quienes ayer midieron “fuerzas” de nueva cuenta fueron Graciela Domínguez Nava y María Victoria Sánchez Peña.
Como ha trascendido, ambas diputadas locales de Morena mantienen una confrontación, por “diferencias de criterios”, al seno de la bancada. Aunque los “morenos” cuentan que la rivalidad nace desde que se nombró la coordinación del grupo, la cual recayó en Domínguez Nava, a la que valió su experiencia previa como Diputada local del PRD.
Dos han sido los temas, hasta ahora, en los que ambas han seguido rutas contrarias: uno, los criterios para “topar” las remuneraciones a los servidores públicos, y dos, los ajustes al predial.
Sánchez Peña, madre de la Diputada federal Merary Villegas, se fue “por la libre” y presentó una primera iniciativa con la cual se buscaba “topar” los sueldos de los funcionarios, en función de las percepciones del Gobernador.
Su proyecto incluye afectar a los magistrados del Poder Judicial y titulares de órganos autónomos, en lo cual Domínguez Nava no está de acuerdo.
Al final, Sánchez Peña consiguió 10 votos y Domínguez Nava, 21 de morenistas, para presentar sus iniciativas. Hecho inédito, en una misma bancada. El desaguisado exhibió a 10 legisladores, que firmaron iniciativas contradictorias.
Este “round” aún no llega al pleno, pero podría dirimirse justo en la última sesión del año de la 63 Legislatura.
La otra controversia tiene que ver con el “ajuste” del 3.5 por ciento Predial, el cual defendió a capa y espada Sánchez Peña, presidenta de la Comisión de Hacienda Pública y Administración.
De hecho en la sesión del jueves 20, desde la tribuna, Sánchez Peña reclamó a Domínguez Nava del “por qué se reía”. Y es que ese día la líder de Jucopo mostraba músculo, al haber convencido a Horacio Lora y Marco Antonio Zazueta, quienes ya habían dado su aval a Sánchez Peña, de cambiar el sentido de si voto. Y, a la hora de la hora, los dos recularon dejando sola a Victoria.
De la sesión del jueves 20 quedó pendiente sólo el caso de Mazatlán, que ayer finalmente se dirimió. Sánchez Peña admitió que “El Químico”, Alcalde de Mazatlán, había “cabildeado” porque le autorizaran el cobro, pero finalmente dijo que varios compañeros no sabían ni qué votaban.
En resumidas cuentas, sólo cuatro morenistas terminaron “en equipo” con Sánchez Peña: José Antonio Crespo López, Ocadio García Espinoza, J. Jesús Palestino Carrera, Fernando Mascareño.
Perdido el “primer round”, habrá que ver el desenlace del segundo, cuando se someta al pleno el dictamen sobre Ley de Remuneraciones. Y todo apunta que de nuevo, la “victoria”… será de Graciela.
Se hacen el feo...
Imelda Castro abrió la caja de Pandora, dijo que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel ni la voltea a ver, que nunca se han sentado a platicar sobre lo que requiere Sinaloa en su etapa como Senadora.
El priista al parecer le hace el feo a la morenista, o la morenista al priista. No sabemos, pero en estos tiempos de asignar presupuestos, de velar por los intereses de los sinaloenses, uno pensaría que hay una relación cercana entre funcionarios estatales y federales, sin embargo, al menos en el caso de Imelda, ahí no pasa.
Pero la Senadora dice que no le va ni le viene y asegura que no le preocupa ser amiga de nadie, y que sus puertas están abierta para cuando el Gobernador quiera echar la platicada con ella.
Y es que uno se preocupa ¿Así será el Gobernador con todos los morenistas? ¿Realmente hay coordinación de esfuerzos entre Gobierno y los representantes de Morena en la Federación? Eso lo sabremos preguntándoselo a Quirino, quien, en muchas ocasiones a dicho que él va a trabajar con quien sea para que a Sinaloa le vaya bien... pero tomando en cuenta lo dicho por Imelda pues no se ve.
Es necesario sumar esfuerzos sobretodo ahora que Andrés Manuel López Obrador se vio presionado en las cuestiones del campo y de las universidades, a los que les tuvo que hacer reajustes ante los reclamos.
Bien vale una platicada, para que la cuestión fluya mejor, dijo, si se puede, y si no pues... cada quien que busque por dónde.
‘No pos no...’
Así decía una señora adulta mayor ante lo inminente, “no pos no” y es que ayer comentábamos del programa de seguridad a implementar en el estado y que serían en Culiacán 12 bases que se conformarían entre militares y las diferentes corporaciones, pero como que ya nos falló la coordinación.
Ayer, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública municipal de Culiacán, Óscar Guinto Marmolejo, admitió que la Policía Municipal no podrá aportar los cinco elementos por cada una de las 12 bases fijas y móviles que se aplicaron en diferentes entradas y salidas.
¿Por qué?, pues casi por nada, que si envía a los 60 elementos que ha requerido el Ejército se quedarían sin brindar la vigilancia y seguridad a la ciudad.
“Sí tenemos, pero dejaríamos desnuda a la ciudad, entonces lo que estamos viendo es cumplir en todos los frentes y continuar realizando nuestro trabajo”, agregó Guinto Marmolejo.
Otros que tendrá que echar la platicada, digo, quizás requieran menos policías municipales, si es que el motivo es por el número y ojalá y no sea por miedo, ya ven lo que ha pasado con militares en anteriores sucesos.
Nadie la tiene fácil, pero menos los ciudadanos que están hartos de las balaceras y los altos índices delictivos.
Ni con el pétalo
de una rosa
Como ya es de todos conocido, la Cámara de Diputados de México aprobó el Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2019 por un monto de 5 billones 814 mil 291 millones 700 mil pesos, que disminuye partidas a órganos del Poder Judicial y organismos autónomos constitucionales como el INE.
Pero qué creen, los partidos políticos serán los únicos que no tendrán que ajustarse a las medidas de austeridad, ya que una fórmula contemplada en la Constitución protege sus prerrogativas. En 2019 recibirán un total de 4 mil 965 millones de pesos.
Si leyó usted bien, 4 mil 965 millones de pesos. ¿Pos no que ya estábamos hartos del derroche y lo caro que son los partidos en este país?
Y en Sinaloa por las mismas, a los partidos no los tocó la austeridad.
“¡El cambio”, decía el viejo mientras machacaba lo mismo de ayer.