Trasparentes
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Dos políticos sinaloenses mostraron ayer en Mazatlán exactamente de qué están hechos y lo hicieron frente a las cámaras.
Los protagonistas del video que inmediatamente se viralizó fueron el showman, y en sus horas bajas panista, Roberto “El Güero” Cruz, y el propietario absoluto y líder vitalicio del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
La historia comenzó con una infeliz coincidencia, cuando los dos políticos profesionales eligieron el mismo hotel y la misma hora para dar una rueda de prensa. Eso sí, cada quien con su tema.
El Güero Cruz, también presidente de la Mesa Directiva del Congreso, llegó al puerto para pedir públicamente que el Gobierno estatal restituya el apoyo de los uniformes y útiles escolares al 100 por ciento, mientras Cuén Ojeda se plantó frente al malecón para “socializar” su polémica ley del “daño moral”, con la que intenta callar a cualquiera que lo critique.
El Güero terminó primero, pero en lugar de retirarse esperó a Cuén, lo saludó y fiel a su costumbre atacó como los toros, de frente y sin maneras.
Acusó a Cuén, por lo menos, de complicidad con Mario López Valdez, al aprobar todas y cada una de las cuentas públicas de el ex Gobernador, mientras era Diputado.
Cuén, menos bravo y mucho menos escandaloso aguantó la embestida del Güero, que se regodeaba en sus acusaciones, pero no tardó en responder.
Ya que le permitió hablar, le recordó al Güero su pasó por la administración de Malova, los prestamos millonarios que se hizo, su salida vergonzosa del gobierno y remató acusándolo de ratero y sinvergüenza.
Lo que se le olvido a Cuén es que andaba en Mazatlán promoviendo una ley para que nadie acuse a otra persona en Sinaloa sin pruebas. O a lo mejor aprovechó la recta para dejarnos claro que él si puede acusar, pero pobre el que se anime a hablar en contra de él.
Se amalovó
El Gobernador Quirino Ordaz Coppel pareció ayer poseído por el espíritu de su antecesor Mario López Valdez, durante la visita de la Primera Dama, Angélica Rivera de Peña, quien vino a Culiacán al arranque de un programa para dotar de lentes a niños de las primarias.
El Mandatario no ocultaba su júbilo por la presencia de la esposa del Presidente Enrique Peña Nieto, se convirtió en todo un presentador, bajando del escenario y entrevistando a la primera hilera de presentes, entre maestras y directoras de escuela.
Así arrancó agradecimientos a la Presidenta del Consejo Consultivo Ciudadano del DIF, frases como “¡Es un orgullo tener a la señora Angélica Rivera!”.
“¿Sí o no Sinaloa está de fiesta? Su presencia nos alienta, nos motiva y en un evento que haya venido desde México, ¿saben a qué?, a celebrar con ustedes el Día del Niño, por eso ella está aquí”, decía Quirino Ordaz.
Y luego dejó a varios con cara de ¿what?, con esta frase.
“Pues fíjese que soy muy mandilón, me trae Rosy muy corto”, sin aclarar el motivo de la frase, más bien buscando hacerse el gracioso, para luego lanzar halagos a la invitada y al Presidente.
Bueno, ya sólo le faltó mover la pancita...
El meollo del asunto
Después del agarre a golpes esta semana entre taxistas y choferes de Uber en Mazatlán, ayer dos panistas pusieron el dedo en la llaga en lo que puede ser la solución a tanto desfiguro.
Primero, Roberto “El Güero” Cruz dijo que el caso Uber es un tema que debe subirse al Congreso del Estado, analizarse y modificar la legislación vigente en la materia, porque es obsoleta, para especificar cuáles son transportes públicos y privados, quiénes pagan por concesiones y quiénes no.
“El servicio de Uber puede operar de manera legal, pero deberíamos legislarlo para regular, pero hoy ellos tienen con la Ley actual, con la Ley que está ahorita, pueden operar porque es un servicio privado, no de taxi. Hay que respetar la Ley, nadie puede estar atacando a ningún usuario, ni a los de Uber ni a los taxistas”, expresó el Diputado panista.
Y por otro lado, Carlos Castaños, dijo que ante la polémica por la entrada de Uber a Sinaloa, consideró necesaria una nueva Ley de Tránsito y Transporte del Estado.
Y recordó que la Comisión Federal de Competencia Económica, que depende de la Secretaría de Economía, emitió un extrañamiento al estado de Sinaloa por la Ley del Tránsito y Transporte vigente, en la que se encuentra concesionado el transporte público.
De acuerdo al Diputado, la Cofece señaló “que existe una regulación con efectos anticompetitivos en la provisión de este servicio y que inhibe el crecimiento potencial de la entidad federativa”.
Esperamos una “Ley Uber”, no precisamente para ensalzar a la empresa, sino porque los sinaloenses no merecen estas leyes que sólo siguen beneficiando a unos cuantos líderes que no permiten que los usuarios aspiren a tener un mejor trato, costo y eficiencia de taxis, urbanos, de carga, etc.