Regreso con responsabilidad

El Centinela
28 mayo 2020

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El regreso a la “nueva normalidad” avanza y poco a poco nos enteramos de cómo y en qué fechas regresará cada uno de los sectores que integran la economía de Sinaloa, una cosa es cierta: todo mundo quiere regresar a la de ya.

En las pláticas entre funcionarios y empresarios queda claro que la economía no aguantará mucho más tiempo cerrada, hay sectores completos que permanecen trabajando a medias, los hay quienes comienzan a abrir la puerta, pero al final hay unos que permanecen completamente cerrados.

Quizá el más afectado es el sector turístico, donde los hoteles son la mejor muestra del parón total que causó la pandemia de Covid-19.

Bueno, los hoteleros están listos para abrir, como todos los sectores de la economía, pero saben que no pueden abrir sin una serie de medidas que permitan respetar las medidas sanitarias.

Eso nos lleva a la regla de oro para el regreso a la “nueva normalidad”: un regreso con responsabilidad.

Por más que se quiera, finalmente la responsabilidad de atender a los turistas será del personal de los hoteles, de los restaurantes y de todos aquellos negocios que tienen una relación con el turista.

Las autoridades pueden poner todas las reglas que quieran y las certificaciones que se les ocurra, pero si los hoteleros no son capaces de respetar las medidas sanitarias el regreso sería un desastre.

Y finalmente los afectados, además del turismo, serían los mismos empresarios, que se verían obligados a cerrar ante un rebrote.

Así que ya saben, gran parte de la responsabilidad de regresar de manera exitosa a la vida que teníamos antes será de que cada quien ponga su granito de arena.


A cuidarse de los inspectores

Aunque está de acuerdo, el líder estatal del Partido Acción Nacional, Juan Carlos Estrada Vega, en que se mantengan las medidas sanitarias durante la reactivación de las empresas en Sinaloa, señala que hay que estar observando el actuar de la autoridad, de los inspectores.

Estrada Vega señaló que será importante la reactivación económica y un plan para salvar a las empresas, pero que estas deben cumplir con las medidas sanitarias mínimas requeridas, por salud, para su funcionamiento.

Pero desconfió de que funcionarios se aprovechen de esto para realizar actos de corrupción.


‘Se cuelgan’ de la inconformidad

Ahora todos son representantes y salvadores del pueblo.

Diversas figuras de partidos políticos encontraron una forma de ganar adeptos en esta emergencia sanitaria que les sale más barato que regalarles despensas y es uniéndose a la queja colectiva por el alto cobro de energía eléctrica en algunos sectores.

La oposición ha convertido al Gobierno Federal en el principal enemigo en común, un monstruo injusto, que quiere el dinero de la gente.

Desde dirigentes de partidos e integrantes de la actual legislatura que han sido una frágil oposición, vieron su agosto en el malestar ciudadano en el momento en el que parte de la ciudadanía sufre por la crisis económica que trajo consigo la pandemia.

Habrá que ver, ahora que está de moda acercarse a la gente por el cobro de servicios, qué viene después, es decir, si se les dará apoyo por estas personas o solo fue para estirar la mano y apuntar al Presidente por la tarifa de la CFE que por error o a propósito, pero golpeó a algunos sectores.

Por cierto, el Gobierno de la 4T prometió que no habría aumentos y no tardó mucho en subir las tarifas.


Se quedan cortos

La colecta anual de la Cruz Roja generalmente inicia en marzo, pero se pospuso debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, encaminando todos sus esfuerzos y presupuesto en atender a esta pandemia.

Ante la falta de recursos, la benemérita sobrevive de los donativos y cuotas de recuperación que llegan por un servicio a la institución.

La meta este año es reunir 10 millones de pesos, pero de acuerdo con el administrador de la institución en Culiacán, Érick Montoya Rosales, por el momento que se vive, esperan que ni la cuarta parte de esta meta se vaya a lograr, ya que el gasto operativo para este año de Cruz Roja alcanza unos 35 millones de pesos, y no se sabe a cuánto se llegará en esta ocasión, ya que de febrero a la fecha solo se ha reunido la cantidad de 2 millones de pesos.

Algunas empresas han apoyado, pero son muchas menos que las del año pasado, apoyo que además no es suficiente para pagar los servicios de agua, luz, sueldos de 125 trabajadores, predial, impuestos y para adquirir más equipamiento.

Que la pandemia no apague la solidaridad de la ciudadanía, pues cualquiera puede necesitar en cualquier momento de los servicios de la benemérita institución.


De sándwich y Carnaval

La frase del hotelero Ernesto Coppel Kelly sobre la pandemia va a quedar para la historia, aseguró que la emergencia sanitaria es como “un gran sándwich de estiércol, al que todos le tienen que dar una mordida”.

Con eso quiso dejar claro que a todos nos va a pegar la pandemia, de alguna u otra manera, pero nadie sale limpio de una emergencia de estas características.

Y si quiere un ejemplo de los efectos que está produciendo la dichosa pandemia ahí le va uno en el que nadie está pensando y que es muy mazatleco: el reinado del Carnaval de Mazatlán.

Resulta que la realeza del Carnaval se esfuerza durante años para ganar el concurso y tener un año de ensueño, donde viajan por el País, y algunos llegan hasta ir al extranjero, para promocionar al puerto.

Su año de reinado es un trajín de fiesta y responsabilidades que recordarán para toda la vida, pero desde hace tres meses, cuando hizo su aparición el Covid-19 en México, el reinado actual se apagó.

Desde hace tres meses, reyes y príncipes del Carnaval apenas si han sido requeridos para algún evento, la pandemia ha terminado por quitarles la lentejuela y dejarlos sin fiesta de disfraces.

La pandemia no respeta a nadie, incluso a la realeza, no importa si son de este mundo o de alguno de fantasía.