¡No que no tronabas, pistolita!

Que “no hay vencedores ni vencidos” con el tema del presupuesto, fue la expresión “políticamente correcta” que soltó Sergio Jacobo Gutiérrez, líder de la minoría priista, luego de ponerse punto final a tan controversial episodio.

Aunque las señales que surgieron en la sesión del martes 22... dicen todo lo contrario, a juzgar por rostros desencajados, silencios, “meas culpas” y hasta expresiones de alegría y júbilo.

Como ésa que salió de la gradería, en tono burlesco desde el ala priista: “¡¿No que no tronabas pistolita!?”, al momento en que morenistas tuvieron que tragarse sus palabras y aprobar la ley, para dar por terminado el conflicto con el Gobernador.

Aunque lo que se vivió en el pleno fue en realidad una unanimidad forzada, pues tuvo que acatarse la “línea” de Andrés Manuel López Obrador, para atemperar los ánimos y los radicalismos de los “morenos de casa”.

Finalmente, el episodio exhibió la debilidad de Morena en Sinaloa, la ausencia de una estructura y un liderazgo formal, por lo que ese vacío tuvo que ser llenado por la figura de “Tata Andrés”.

La tunda a los morenistas llevará tiempo en digerirse, tras el documento demoledor del veto, que exhibió los errores cometidos con las reasignaciones de la madrugada del 1 de enero, muchas francamente improcedentes, como el hecho de “borrar de un plumazo” al organismo público “Tres Ríos”, que se financia con recursos generados por sí mismo.

Por cierto, en el dictamen de marras se admiten, aunque muy matizado, los excesos en este desaguisado.

Eso sí, los asesores del Legislativo son enfáticos en subrayar que si hay alguna culpa, no es de uno sino de dos: del Gobernador, por no informar a detalle, en lo cual tienen gran dosis de razón, y del Legislativo, porque no consideraron aspectos clave, a la hora de moverle al presupuesto.

 

 

Como habíamos dicho a los morenos no les gusta esa calificación de PRI-MOR en Sinaloa, ya Graciela Domínguez Nava, coordinadora de la mayoría de Morena en la 63 Legislatura rechazó ese calificativo, diciendo que lo que une es la coincidencia de acuerdo a los temas.

Pero, si la misma líder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, sostuvo que “se oye mejor PRIMOR que PRIAN”.

La expresión de Polevnsky ha generado controversia nacional.

Y aunque les “salga roña” a los morenistas sinaloenses coincide en el momento en que PRI y Morena resolvieron sus diferencias, para aprobar por unanimidad el presupuesto de Sinaloa.

Como en todo en la vida “el que se lleva se aguanta”.

Y como dijera un clásico, en política “nadie se sube a la cama y se baja virgen”.

 

 

Si algo ha reclamado el pueblo mexicano en estos últimos años es combatir la corrupción, ese mal que ha dejado devastado a Pemex, mantiene en la miseria a millones de mexicanos, en la quiebra a estados y municipios a lo largo y ancho de México y que ha impulsado el desarrollo del crimen organizado.

La ley del Sistema Anticorrupción de Sinaloa da la opción, más no la obligación, de los ayuntamientos, de conformar sus propios sistemas, los cuales incluirían comités de participación ciudadana.

Sin embargo, en este proceso, el Secretario Técnico Francisco Javier Lizárraga Valdez está sugiriendo a los ayuntamientos no conformarlos por lo engorroso y lento que pudiera ser, y afirma que podría bastar con el representante que designen los presidentes municipales.

Por su lado, aunque el Alcalde Jesús Estrada Ferreiro dice que analizarán la creación de este aparato, no se muestra muy a favor al calificar que tantos organismos lo único que hacen es “bola”.

Organizaciones civiles como CIMTRA e Iniciativa Sinaloa son claros: se requiere la participación ciudadana.

Silber Meza de Iniciativa Sinaloa señala que el decir que esto sería alimentar la burocracia es sólo un “pretexto”, y la realidad es que se necesitan forjar instituciones y sistematizar la lucha contra la corrupción.

¿O a poco vamos a creerle ciegamente a los representantes de los alcaldes que todo está bien en sus ayuntamientos?

Hoy por hoy, un nuevo partido se ha puesto al frente en el gobierno federal y se ha posicionado en los órganos legislativos y ayuntamientos, precisamente abanderando la lucha contra la corrupción.

Lo menos que debe hacer Morena, y los otros partidos que están al frente de los municipios más grandes del estado, es ser proactivos en este tema y conformar sus sistemas anticorrupción, no como “manda” política, sino como una obligación de restaurar la credibilidad en la ciudadanía, fortalecer la rendición de cuentas y la transparencia.

 

 

Y ya que estamos hablando del Alcalde Jesús Estrada Ferreiro, ya está en la misma situación de sus antecesores priistas... en riesgo de perder el puesto que ganó en las urnas por un litigio del que ni siquiera es culpable, pero así es esto si quieres a la vaquita tendrás que lidiar con los becerritos.

Al parecer el caso del ex futbolista Jimmy Ruiz es el coco de los alcaldes, es un litigio de varias administraciones municipales.

El litigio por un estadio que incluso ya está abandonado ha llegado a cobrar factura a la Presidencia Municipal la friolera de 38 millones de pesos. Hasta ahí ha llegado la cuentota.

En la administración de Jesús Valdés al que le llegó el agua a los aparejos porque estuvo a punto de ser separado del cargo se le tuvo que pagar 17 millones de pesos al ex futbolista.

Pero ¡oh cielos! no calcularon que tenían que pagar también los intereses que ahora están demandando por lo que restando lo que ya le pagaron, la administración actual tendría que desembolsar otros 21 millones si no quiere ser destituido el Alcalde actual.

Estrada Ferreiro está en negociaciones y el tiempo se le agota, incluso ya declaró que llamaría a cuentas a los alcaldes anteriores.

A ver si aprovecha la visita de AMLO para pedirle un billete y terminar de una vez por todas con ese litigio