¿No que muy entrones?

Cuando se trata de pasar de la declaración mediática a la acción, más de un diputado local recula.

Resulta que la semana pasada varios legisladores se desgarraron las vestiduras en tribuna, luego de un aparatoso accidente de camión en pleno centro de Culiacán, que dejó varios heridos. 

Y el cual estuvo a punto de desembocar en una tragedia mayúscula, por el derramamiento del diésel, mientras pasajeros salían de la unidad.

Pues bien, ayer un utópico e idealista, Esteban Alejandro García Castro, como él mismo se autodescribió, propuso un punto de acuerdo para exigirle al Gobierno estatal información sobre si los concesionarios están pagando los seguros y dando prestaciones laborales a los choferes.

Ello luego de revelarse que la familia del conductor de la unidad accidentada quedó en el desamparo social.

El Diputado del PAN intentó comprometer al Poder Legislativo a exigir “un informe detallado de la Dirección de Vialidad y Transportes de la situación que guarda la obligación de los concesionarios y permisionarios de contar con un seguro que garantice la atención de accidentes a pasajeros y choferes”.

Y fue más allá: pedirle a la Dirección del Trabajo y Previsión Social que entre a revisar el estatus laboral de choferes, pues se sabe, muchos de éstos trabajan sin IMSS ni el resto de prestaciones.

Para pronto, la propuesta del panista fue “bateada” por el pleno, casi al unísono. Como se sabe, en este tema siguen dominando los intereses del PRI.

La falta de respaldo a su propuesta motivó una segunda intervención de García Castro para cuestionar la doble moral, el doble discurso de sus compañeros.

¿No que muy preocupados los diputados por el desastre del transporte urbano en Sinaloa?

 

 

Conforme se acerca el 1 de julio, los candidatos se ven más nerviosos y ansiosos.

También habrá que decirlo, que pasa también con los militantes, los empleados o quienes andan en las calles por plena convicción a favor de alguno de estos y en contra de todos los demás.

Resulta a veces cómico ver cómo lanzan audios y videos para atacar o defenderse de ataques en las redes sociales; también usan memes, fotografías, transmisiones en vivo o los más elaborados videos informativos.

Ayer, uno de estos mitotes que llamaron la atención fue un choque que protagonizaron grupos de apoyo a la candidata Merary Villegas, abanderada de Morena, PES y PT, en busca de una diputación federal y su contrincante Juan Ernesto Millán Pietsch, del PRI, PVEM y PANAL, por una lona.

La evidencia muestra que en el barandal de la casa de una señora de avanzada edad hay una lona de Morena.

Luego llega el equipo de Millán Piestch y convence a la señora de que lo quite o al menos eso parece mostrar el video, y enseguida ponen su propia lona.

Más tarde, regresa el equipo de Merary y hace lo mismo, quitan el del candidato opositor, pero uno de los operadores hace bola la lona y la echa a la basura y otro más corta la lona.

Ambos se acusan de romper su material de propaganda electoral, algo que está estipulado como delito.

Lo gacho de todo esto, porque siempre es así, es que al final de cuentas no se atreven a denunciar, ninguno de los dos, y termina en mitote.

Ojalá algún día tengamos aspirantes de una estatura en la que sus equipos no tengan que andar dando este tipo de espectáculos.

 

 

Nos comentan que el rompimiento entre el Partido Verde Ecologista y el PRI es real no sólo a nivel nacional sino también en Sinaloa y, mientras, de manera “institucional”, sostuvieron su alianza en algunos estados y distritos, tras el día de la elección todo podría cambiar.

Y es que tras los acuerdos y la rapacidad del tricolor para garantizar sobre todo escaños en el Congreso para sus militantes y limitar el acceso a la los del PVEM generó mucho encono y se pronostica que después del 1 de julio y cuando se arme la Cámara en el Congreso, se terminará ese matrimonio que ha persistido por años, el divorcio parece inminente.

Será interesante ver cómo quedará esa nueva configuración política, algunos analistas políticos ven en Morena el nuevo barco a donde están zarpando decenas de políticos de diferentes agrupaciones, para garantizar seguir viviendo de la política y lograr acomodarse en el nuevo gobierno.

Porque no habría que descartar que el PVEM termine haciendo los acuerdos con el partido de López Obrador, según termine el acomodo y el reparto de curules en la próxima legislatura sinaloense y a nivel federal también.

La situación del verde, como partido político comienza a convertirse en un tema delicado, por un lado sus dirigentes intentan separarse del PRI, al verlo como un lastre en el futuro, pero al mismo tiempo reconocen que es junto al tricolor como han sobrevivido durante décadas.