Más podrido... ni los colchones
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Justo cuando las cosas no podían estar peor para la Fiscalía Anticorrupción en Sinaloa, después de que el caso del “colchongate” se les iba en picada en la audiencia de ayer, sacaron un as bajo la manga que aún está pendiente por saberse si termina de cuajar o no.
Resulta que con la mano en la cintura, los fiscales desistieron del ex Secretario de Desarrollo Social estatal, Raúl Carrillo Castaños, para que fuera a testificar.
La bronca es que Carrillo Castaños era su testigo más importante, para empezar, él fue quien interpuso la denuncia y era el que podía acusar directamente a Carlos Castro Olivas de haber comprado colchones podridos a empresas que al parecer no se encargaban de vender colchones.
Estos colchones fueron los que terminaron en manos de los afectados por la tormenta tropical 19E, en septiembre de 2018.
Y con el desistimiento de Carrillo Castaños como testigo, la Fiscalía dice que tiene nueva evidencia que les otorgó Francisco Landgrave Buelna, un testigo que ya había declarado como testigo en el caso, supuestamente utilizado por Castro Olivas para hacer el “negocio”.
Según la Fiscalía, Landgrave no había declarado antes ciertos detalles para la acusación, porque había sido amenazado por uno de los abogados defensores del caso. Resulta que este testigo tiene en su poder cinco videos que incriminarían directamente a Castro Olivas.
Pero la bronca es que los detalles no se sabrán hasta hoy, en la continuación de la audiencia, cuando nos enteraremos si el Juez les permitirá utilizar nueva evidencia, puesto que el juicio oral ya está muy avanzado.
Estaremos pendientes.
¿Dónde quedaron 242 millones?
Una auditoría muy esperada fue la del 2018, ya que al ser los primeros años de un nuevo partido en la mayoría del Congreso, los resultados apremian y de acuerdo al informe que la titular de la Auditoría Superior del Estado, Emma Guadalupe Felix Rivera, hay 242 millones de pesos sin solventar.
La Auditora anunció, además, que de manera especial se incluirá en el próximo informe que se auditoría a la Secretaría de Salud, al Sistema DIF, a la Secretaría de Economía y a la de Desarrollo Social, por el gasto durante la emergencia sanitaria, donde se enfocó el recurso.
Destaca también que son 19 auditorías, 13 de ellas ya concluidas y seis en proceso.
Esperemos que ahora sí caigan peces gordos y no charalitos.
Además, si se castiga a quienes no hacen uso debido de los recursos quedaría muy bien parada esta legislatura morenista, la que no ha quitado el dedo del reglón en un discurso de cero opacidad.
En febrero sabremos cómo le fue al 2019 y si se desatará la guerra acostumbrada el poder Ejecutivo y la fracción mayoritaria en el Congreso.
Ahora se nos destapa Faustino
Faustino Hernández Álvarez, quien de momento es Diputado local por el PRI, reconoció su interés por la Alcaldía de Culiacán, entonces entendimos por qué andaba tan gallo en la instalación del Consejo Político Municipal del PRI.
El líder agrícola señaló el pasado domingo que las candidaturas debían quedarse en casa, en el PRI, y que quienes han ido cosechando los votos durante la pandemia, a pesar claro, de que según ellos siempre lo hicieron desinteresadamente y sin ningún fin político, pues son los que tienen derecho a aparecer en las boletas en el 2021.
Faustino de que tiene músculo lo tiene, son muchas comunidades agrícolas las que le deben favores, además es un priista que tiene sus años y nadie duda de su fuelle político.
Pero ¿será la carta que necesita el PRI para triunfar en Culiacán?
Eso no lo sabemos, lo que es una realidad es que el hoy Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, saldrá de la Presidencia Municipal con más enemigos que amigos, y si le permiten contender por la reelección, Morena le pondrá cuichita la contienda al resto de los partidos.
Entre los morenistas, Pedro Lobo ya levantó la mano, pero el mismo Estrada Ferreiro y uno que otro morenistas ya lo tienen descartado, que por grillero y peleonero.
Sea quien sea, se antojan unas elecciones parejas en Culiacán, habrá que ver si el PRI recupera la silla o se la queda Morena, ¿y el PAN? Nadie sabe dónde anda.
Lavado de manos
“He decidido seguir gobernando escuchando al pueblo”.
Fue el argumento que enarboló el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres para lanzar la consulta de si debe o no de organizar el Carnaval de Mazatlán en 2021, pese a la pandemia de Covid-19 que seguramente en febrero no estará controlada.
Pero no está decidido a escuchar al pueblo, sino a hacer una consulta, porque también argumentó que si mil participan en la consulta, y 600 dicen que sí haya Carnaval, entonces esos 600 habrán decidido por el resto de los mazatlecos.
La verdad es que el Carnaval comenzó a organizarse desde hace meses. Se lanzaron las convocatorias, se cuenta con candidatos inscritos y ya están listos hasta los diseños de los carros alegóricos y las carrozas reales, así que tanto como decidir si se hace o no, suena a mentira de político.
Para empezar todos sabemos que ningún mazatleco irá a la consulta a decir que no quiere que hagan el Carnaval, los que tienen miedo a la pandemia ni siquiera se pararán en las urnas donde se votará la mentada consulta.
En realidad, lo que está detrás de la consulta es la “lavada de manos” que quiere hacer “El Químico” antes de las vacaciones obligadas que se tomará, por motivos electorales.
El Alcalde sabe que el Carnaval no debe de realizarse por una simple cuestión sanitaria, pero también sabe que tomar esa decisión anularía cualquier posibilidad de que el pueblo mazatleco lo reelija como su Mandatario.
Así que “El Químico” se metió en un embrollo: Si cancela el Carnaval, los mazatlecos no votarán por él para un segundo periodo y si permite la fiesta cargará en su conciencia los contagiados y muertos que deje la fiesta multitudinaria.
Así que ha decidido hacer una consulta y que el pueblo se mate solo.