El Centinela
21 octubre 2024

De pena ajena que en tan sólo tres años que duró su administración, Urrea Peréz formulara en su imaginario que el Gobierno de Navolato es su negocio familiar y por eso ha de sentir que le arrebatan algo, pero no, así no funciona la democracia.

Y mientras la seguridad pública de Sinaloa se ve a diario trastocada por asesinatos, robos y balaceras, la Presidenta Municipal de Navolato, Margoth Urrea Peréz, encabeza una vergonzosa lucha y se aferra a continuar con el cargo a pesar de no haber ganado la elección.

Resulta que desde Presidencia Municipal se emitió un informe que señala que se pondrá pausa al protocolo de entrega-recepción del Gobierno de Navolato al próximo Alcalde Jorge Bojórquez Berrelleza.

Dice el equipo de Urrea Peréz que habrá de esperar a que el Tribunal Federal termine el proceso de impugnación presentado.

De pena ajena que en tan sólo tres años que duró su administración, Urrea Peréz formulara en su imaginario que el Gobierno de Navolato es su negocio familiar y por eso ha de sentir que le arrebatan algo, pero no, así no funciona la democracia.

Qué facilito se mareó parada en un ladrillo, y ella solita, pues no es del agrado de muchos navolatenses.

Basta con dar la vuelta por Altata, Villa Juárez, o la capital navolatense para constatar que son comunidades en el olvido, que carecen de servicios básicos.

Lo único que hizo Margoth Urrea en su administración fue construir el arco de bienvenida de Navolato, y quedó de pésimo gusto y carísimo.

En lugar de doblar las manitas y cortarle a su soberbia y hambre de continuar en el cargo, bien pudo arrimarse a Rubén Rocha Moya que anda adoptando a los alcaldes y ex diputados morenistas que no repetirán gestiones, pero parece que ese barco ya se le fue.

Ojalá no protagonice otro acto vergonzoso en el que tenga que ser echada por la fuerza pública de las instalaciones del Ayuntamiento de Navolato, que desde acá le recordamos que no son suyas.

En medio de la crisis de seguridad que azota a Sinaloa, llegó lo que tanto temíamos, con este ataque a los medios de comunicación que sufrió el periódico El Debate la semana pasada.

Justamente la noche que se cumplieron cinco años del Jueves Negro, aquel jueves 17 de octubre en que falló un operativo para detener a Ovidio Guzmán López y la ciudad ardió por una agresiva reacción del Cártel de Sinaloa, se registraron una serie de disturbios que hicieron recordar aquella lamentable jornada.

En su frenesí, los delincuentes pasaron por el edificio del periódico en el centro de Culiacán y dispararon, dañando la fachada, vehículos de la empresa y particulares.

La agresión, que fue conocida por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, parecía ser lo más grave, sin embargo, uno de sus trabajadores de reparto fue agredido a balazos, perseguido y luego privado de la libertad.

El problema es que todavía no aparece y las horas siguen contando, mientras hemos visto cómo los tres órdenes de Gobierno y hasta el mentado Instituto de Protección a Periodistas hacen lo mismo por El Debate y su crisis: nada.

Reprobable que a nadie se le ocurra que de perdida manden vigilancia, pero parece que eso ya es mucho pedir.

El problema es que, como dijo la señora que encabeza el Instituto, es un trabajo de alto riesgo.

Entendemos entonces que cada quien seguiremos rascándonos con nuestras propias uñas.

Resulta que el sábado, la Secretaría de Seguridad Pública estatal recibió un reporte de detonaciones de armas de fuego en el interior del Hospital General del Estado.

Cuando acudieron al lugar confirmaron que fue un particular el que se aventó ese acto de agresión, sin embargo, al parecer sólo fue para intimidar al personal.

Este es el segundo hecho en pocos días, puesto que antes ya se había reportado que una persona ingresó al nosocomio e intentó rematar a uno de los pacientes.

Debido a este clima, comenzó a circular un flyer anunciando supuestamente un paro de labores de trabajadores del hospital, como exigencia a las faltas de garantías de seguridad para que éstos puedan realizar su chamba sin tanto riesgo.

Tuvimos chanza de ir a reportear al hospital la tarde de este domingo y las atenciones se realizaron de manera normal e, incluso, trabajadores del inmueble nos confiaron que eran sólo rumores, pero no había decisiones tomadas en ese sentido.

Entendemos la importancia del trabajo que se hace en el Hospital General y lo que implicaría que se vayan a paro en estos momentos tan difíciles, pero también entendemos su desespero como para ya pensar en acciones de este tipo.

Y también entendemos que la raza que toma decisiones en el no puede darles garantías para evitar que pasen estas cosas.

Nuestro reconocimiento al personal médico que en su afán de salvar vidas termina poniendo en riesgo la suya.

La violencia en Sinaloa sigue haciendo eco a nivel nacional e internacional. Y hasta los artistas tienen sus reservas de presentarse en el estado.

La noche del pasado sábado, la cantante Yuri se presentó en el Centro de Usos Múltiples de Mazatlán, donde llenó de contemporáneos que cantaron de principio a fin con la veracruzana.

La artista confesó ante su público que mucha gente, muchas amigas, muchas artistas, le advirtieron que no viniera a Mazatlán, que cómo se atrevía a presentarse en Sinaloa, que había mucha violencia.

Pero ella no les hizo caso y les respondió que cuando se cree en el Todopoderoso, Él es la protección.

Y su presentación en Mazatlán fue un gran éxito.