El Centinela
04 diciembre 2024

Probablemente el tema del día este martes fue el tétrico hallazgo de una camioneta calcinada, en La Limita de Itaje, durante las primeras horas, vaya, fue de madrugada.

Honestamente ya no esperamos mucho de nuestras autoridades en cuanto a la estrategia de comunicación en medio de esta ola de violencia, pero sí resulta surrealista que ni siquiera entre autoridades se entiendan ni coincidan.

Y un tema tan espinoso como la mutación de la violencia, exhibió muy feo a nuestras autoridades, incluso las federales, dejándonos declaraciones, llamémosle pintorescas, para ser buena onda.

Como sabrá, el primero en pronunciarse fue el Secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, que solo descartó que se tratara de un “coche-bomba” y mencionó un dron, pero no abundó más en el tema.

El que sí se dio vuelo para hablar de esto fue el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, aunque eso no es necesariamente positivo.

Se notó la emoción del General Mérida por demostrar sus experiencias en la milicia, porque en cuestión de un par de horas armó una exposición digna de estudiante de secundaria pública, para dar detalles, explicar cómo puede explotar un vehículo, y por qué había un dron en la escena.

Cuando decimos que la emoción desbocada de Gerardo Mérida no es necesariamente algo bueno, es porque el Secretario ya estando serio da explicaciones medio raras, en momentos así se atreve a decir que una camioneta quedó casi hecha pedazos porque explotó el tanque de gasolina.

Si le dejaban cinco minutos más de exposición, el Secretario era capaz de asegurar que ese vehículo explotó por una falla en la transmisión, porque le echaron gasolina roja en lugar de la verde, o porque traía placas de otro estado y le salió una bomba yucateca.

Y mientras los secretarios de seguridad intentaban a toda costa evitar entrar en la plática del dron, el Gobernador de Sinaloa salió bien despreocupado a decir que, para fortuna de todos, no se trató de un “coche-bomba”, sino de un simple dron que lanzó un petardo.

Sabemos que Rubén Rocha Moya viene de Batequitas, y presume mucho que ahí ordeñaba a cuanto ganado se le ocurra, pero no sabíamos que para él, un “petardo” es capaz de despertar a vecinos de varios kilómetros a la redonda.

Quizá, y solo quizá, el mítico Komodo 3000 de la serie “Malcolm in the Middle” se creó en Batequitas, Badiraguato, y nunca nadie nos había revelado ese secreto.

A estas alturas no esperamos nada del Presidente Municipal Juan de Dios Gámez Mendívil, pues ni esperando el mínimo esfuerzo nos ha impresionado, y aún así logra defraudarnos.

Más allá de su primer pedazo de administración ensombrecido por el cómo fue designado Alcalde, estos tres meses de crisis de inseguridad el Presidente Municipal no ha asumido su responsabilidad como Mandatario municipal. Pues ha de ser muy difícil untarse dos botes de gel en el cabello todos los días para comenzar a chambear, al grado que lo dejan agotado para gobernar el municipio.

Este martes en la sesión de Cabildo, la regidora Erika Sánchez, del PRI, propuso la creación de una comisión especial para atender la violencia en el municipio y sus impactos en el tema económico. Una propuesta provechosa, pues se integraría a la comisión personas expertas y de sociedad civil para la toma de decisiones del ayuntamiento de Culiacán.

Después de que la regidora brindó esta propuesta el Presidente Municipal ni las gracias le dio y terminó la sesión de Cabildo sin reparar en que se esperaba una respuesta de su parte.

Tal vez el Alcalde estaba muy absorto en sus complejos pensamientos, organizando su itinerario para inauguración de canchas y pedazos de calles pavimentados, y por eso no reparó que la regidora se estaba dirigiendo a él.

De muy mal gusto la actitud del Presidente Municipal, que queda a deberle a los buenos modos y a la sociedad culiacanense que espera se atienda la violencia en el municipio. Ya sabemos que el Alcalde no acostumbra leer noticias, pues le causa ansiedad que en medios de comunicación se cuestione su autoridad o se opaque su imagen, y muestra de ello hay antecedentes de manifestaciones de inconformidad por su parte que son consoladas por su equipo, pero ni él ni su equipo hace nada para atender el problema de asertividad que tiene Gámez Mendívil.

En medio de un dispositivo de seguridad, que si bien es cierto fue de muy bajo perfil, arribó a Culiacán el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, Omar García Harfuch.

Y lo hace unas horas después de que desde el Gobierno estatal se da el anuncio de que Sinaloa tendrá un ajuste en su estrategia de seguridad pública.

No sabemos si a ustedes de les olvidó, pero si es así, les recordamos: al Gobierno, por hablar del ente completo, solamente le costó un mes en entender que la guerra interna del Cártel de Sinaloa era un asunto de urgente atención y una prioridad alta para nuestra sociedad, por la seriedad del problema que comenzamos a vivir y ahora vemos que sólo les costó casi tres meses entender que la estrategia planteada al principio tendría que replantearse porque no era suficiente.

Y no sabemos qué les pareció más grave, además de las casi 600 denuncias de personas desaparecidas o las más de 500 asesinadas.

O las decenas de casos de ataques a casa habitación e incendio provocados de manera dolosa, o los ataques a los centros de jugada, o puntos, como se les conoce en Culiacán a los tiraderos de droga y centros de máquinas tragamonedas que por años han estado presentes en todo el estado y floreciendo mientras nuestros gobiernos municipal, estatal y federal se hicieron de la vista gorda.

Ahora, con la llegada de García Harfuch ayer, nuestras fuerzas federales y militares quisieron tirar barra y quedar bien con un decomiso de maquinitas en Mazatlán.

Según la nota, elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional iniciaron un operativo de decomiso de máquinas tragamonedas en un bar de la zona de tolerancia del puerto y las máquinas fueron sacadas de los negocios y transportadas en camiones de las Fuerzas Federales.

También tiraron barra que el operativo continuó en toda la colonia y retiraron las máquinas tragamonedas de otra tienda de abarrotes ubicada a tres cuadras de la zona de tolerancia.

Ojalá que no sea sólo llamarada de petate y de verdad realicen todas los decomisos que deben hacer en todas las ciudades del Estado.

Hemos visto cómo estos lugares han proliferado tanto que los tenemos en plenos centros de las ciudades, en todos los abarrotes y ranchos.

No están ocultos de nada, mucho menos de los inspectores de los ayuntamientos, que son los primeros que tuvieron que haber denunciado y actuado y que todos estos años hicieron mutis.

Ahora, como hemos visto que los han reventado, algunos han bajado sus cortinas, pero seguramente estarán atentos para que vuelvan a abrirse cuando crean que ha pasado el peligro.

Ahora, si no pueden, pues esperemos que vengan refuerzos de la Fiscalía General de la República de todo el País, así como también esperaríamos que llegaran peritos y agentes del Ministerio Público para ayudar en esta crisis y que los cientos de levantamientos que se han realizado en estos tres meses se queden sólo en el olvido.

No nos hagamos, están rebasados, pidan ayuda, que no es pecado.

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Probablemente el tema del día este martes fue el tétrico hallazgo de una camioneta calcinada, en La Limita de Itaje, durante las primeras horas, vaya, fue de madrugada.

Honestamente ya no esperamos mucho de nuestras autoridades en cuanto a la estrategia de comunicación en medio de esta ola de violencia, pero sí resulta surrealista que ni siquiera entre autoridades se entiendan ni coincidan.

Y un tema tan espinoso como la mutación de la violencia, exhibió muy feo a nuestras autoridades, incluso las federales, dejándonos declaraciones, llamémosle pintorescas, para ser buena onda.

Como sabrá, el primero en pronunciarse fue el Secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, que solo descartó que se tratara de un “coche-bomba” y mencionó un dron, pero no abundó más en el tema.

El que sí se dio vuelo para hablar de esto fue el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, aunque eso no es necesariamente positivo.

Se notó la emoción del General Mérida por demostrar sus experiencias en la milicia, porque en cuestión de un par de horas armó una exposición digna de estudiante de secundaria pública, para dar detalles, explicar cómo puede explotar un vehículo, y por qué había un dron en la escena.

Cuando decimos que la emoción desbocada de Gerardo Mérida no es necesariamente algo bueno, es porque el Secretario ya estando serio da explicaciones medio raras, en momentos así se atreve a decir que una camioneta quedó casi hecha pedazos porque explotó el tanque de gasolina.

Si le dejaban cinco minutos más de exposición, el Secretario era capaz de asegurar que ese vehículo explotó por una falla en la transmisión, porque le echaron gasolina roja en lugar de la verde, o porque traía placas de otro estado y le salió una bomba yucateca.

Y mientras los secretarios de seguridad intentaban a toda costa evitar entrar en la plática del dron, el Gobernador de Sinaloa salió bien despreocupado a decir que, para fortuna de todos, no se trató de un “coche-bomba”, sino de un simple dron que lanzó un petardo.

Sabemos que Rubén Rocha Moya viene de Batequitas, y presume mucho que ahí ordeñaba a cuanto ganado se le ocurra, pero no sabíamos que para él, un “petardo” es capaz de despertar a vecinos de varios kilómetros a la redonda.

Quizá, y solo quizá, el mítico Komodo 3000 de la serie “Malcolm in the Middle” se creó en Batequitas, Badiraguato, y nunca nadie nos había revelado ese secreto.

A estas alturas no esperamos nada del Presidente Municipal Juan de Dios Gámez Mendívil, pues ni esperando el mínimo esfuerzo nos ha impresionado, y aún así logra defraudarnos.

Más allá de su primer pedazo de administración ensombrecido por el cómo fue designado Alcalde, estos tres meses de crisis de inseguridad el Presidente Municipal no ha asumido su responsabilidad como Mandatario municipal. Pues ha de ser muy difícil untarse dos botes de gel en el cabello todos los días para comenzar a chambear, al grado que lo dejan agotado para gobernar el municipio.

Este martes en la sesión de Cabildo, la regidora Erika Sánchez, del PRI, propuso la creación de una comisión especial para atender la violencia en el municipio y sus impactos en el tema económico. Una propuesta provechosa, pues se integraría a la comisión personas expertas y de sociedad civil para la toma de decisiones del ayuntamiento de Culiacán.

Después de que la regidora brindó esta propuesta el Presidente Municipal ni las gracias le dio y terminó la sesión de Cabildo sin reparar en que se esperaba una respuesta de su parte.

Tal vez el Alcalde estaba muy absorto en sus complejos pensamientos, organizando su itinerario para inauguración de canchas y pedazos de calles pavimentados, y por eso no reparó que la regidora se estaba dirigiendo a él.

De muy mal gusto la actitud del Presidente Municipal, que queda a deberle a los buenos modos y a la sociedad culiacanense que espera se atienda la violencia en el municipio. Ya sabemos que el Alcalde no acostumbra leer noticias, pues le causa ansiedad que en medios de comunicación se cuestione su autoridad o se opaque su imagen, y muestra de ello hay antecedentes de manifestaciones de inconformidad por su parte que son consoladas por su equipo, pero ni él ni su equipo hace nada para atender el problema de asertividad que tiene Gámez Mendívil.

En medio de un dispositivo de seguridad, que si bien es cierto fue de muy bajo perfil, arribó a Culiacán el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, Omar García Harfuch.

Y lo hace unas horas después de que desde el Gobierno estatal se da el anuncio de que Sinaloa tendrá un ajuste en su estrategia de seguridad pública.

No sabemos si a ustedes de les olvidó, pero si es así, les recordamos: al Gobierno, por hablar del ente completo, solamente le costó un mes en entender que la guerra interna del Cártel de Sinaloa era un asunto de urgente atención y una prioridad alta para nuestra sociedad, por la seriedad del problema que comenzamos a vivir y ahora vemos que sólo les costó casi tres meses entender que la estrategia planteada al principio tendría que replantearse porque no era suficiente.

Y no sabemos qué les pareció más grave, además de las casi 600 denuncias de personas desaparecidas o las más de 500 asesinadas.

O las decenas de casos de ataques a casa habitación e incendio provocados de manera dolosa, o los ataques a los centros de jugada, o puntos, como se les conoce en Culiacán a los tiraderos de droga y centros de máquinas tragamonedas que por años han estado presentes en todo el estado y floreciendo mientras nuestros gobiernos municipal, estatal y federal se hicieron de la vista gorda.

Ahora, con la llegada de García Harfuch ayer, nuestras fuerzas federales y militares quisieron tirar barra y quedar bien con un decomiso de maquinitas en Mazatlán.

Según la nota, elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional iniciaron un operativo de decomiso de máquinas tragamonedas en un bar de la zona de tolerancia del puerto y las máquinas fueron sacadas de los negocios y transportadas en camiones de las Fuerzas Federales.

También tiraron barra que el operativo continuó en toda la colonia y retiraron las máquinas tragamonedas de otra tienda de abarrotes ubicada a tres cuadras de la zona de tolerancia.

Ojalá que no sea sólo llamarada de petate y de verdad realicen todas los decomisos que deben hacer en todas las ciudades del Estado.

Hemos visto cómo estos lugares han proliferado tanto que los tenemos en plenos centros de las ciudades, en todos los abarrotes y ranchos.

No están ocultos de nada, mucho menos de los inspectores de los ayuntamientos, que son los primeros que tuvieron que haber denunciado y actuado y que todos estos años hicieron mutis.

Ahora, como hemos visto que los han reventado, algunos han bajado sus cortinas, pero seguramente estarán atentos para que vuelvan a abrirse cuando crean que ha pasado el peligro.

Ahora, si no pueden, pues esperemos que vengan refuerzos de la Fiscalía General de la República de todo el País, así como también esperaríamos que llegaran peritos y agentes del Ministerio Público para ayudar en esta crisis y que los cientos de levantamientos que se han realizado en estos tres meses se queden sólo en el olvido.

No nos hagamos, están rebasados, pidan ayuda, que no es pecado.