Pues con todo y todo se concretó la primera visita oficial de la Presidenta Claudia Sheinbaum a Sinaloa.
Por supuesto fue bastante notorio que lo hizo bajo un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó dos helicópteros que sobrevolaban a gran altura en todo momento por el área donde se encontraba la Mandataria.
Claro que eso se esperaba al ser esta visita en el contexto de una de las más severas crisis de seguridad en la historia de nuestra entidad.
Precisamente ese escenario obligó a que el primer punto en la agenda presidencial fuera precisamente la reunión de la Mesa de Seguridad junto con el Gobernador Rubén Rocha Moya, e integrantes de los gabinetes federal y estatal, la cual fue realizada en las instalaciones de la Tercera Región Militar, y no era para menos, pues con tantos mandos reunidos tenía que ser en el que es tal vez el lugar más seguro de Mazatlán.
La seguridad fue tema obligado no sólo por los operativos de custodia que se observaron desde la noche del sábado que arribó Sheinbaum al estado y ayer durante los eventos, sino que se reflejó también en el discurso presidencial.
Pero pues fue precisamente eso, discurso, que aunque sea bueno que venga la Presidenta a Sinaloa, no deja de ser sólo eso: palabras.
Y es que a cómo estamos, el venir a decirnos que no estamos solos y que el Gobierno nos protegerá podría sonar hasta a burla, pero pues bueno, vamos a ser positivos y tomarlo como un aliciente.
Lo que sí fue el discurso presidencial y la propia visita de Sheinbaum es un gran espaldarazo a Rocha como Gobernador.
A los que sí dejó Sheinbaum chiflando en la loma fue a los reporteros que la cubrieron y que en vano buscaron obtener al menos unas palabras de ella en entrevista.
La Presidenta llegó y se fue sin atender a la prensa ni nacional ni local.
En cuatro ocasiones los periodistas se acercaron a ella para intentar tener una declaración directa sobre el problema de la inseguridad en Sinaloa y ella simplemente respondió “todo bien”.
Los intentos de entrevista fueron dos en el acceso al Hotel El Cid, la noche del sábado, ayer también en el mismo lugar, pero nada.
Luego se hizo un tercer intento, alrededor de las 11:30 horas de ayer domingo al salir de la reunión de la Mesa de Seguridad en la Tercera Región Militar. La Presidenta sólo se detuvo en la camioneta que se transportaba pero para atender el saludo militar que se le rindió casi al salir de las instalaciones.
Y el último intento se hizo ya por la tarde de ayer domingo, al salir de la Unidad Deportiva Benito Juárez, pero salió del lugar saludando de mano desde su camioneta a un par de mujeres que la esperaron en el crucero de las avenidas Juan Pablo II e Insurgentes. Pero a la prensa otra vez la ignoró, sólo respondió otra vez: todo bien, y arrancó.
La crisis de desapariciones en el estado es tal que no podía dejar de tener presencia en la gira presidencial.
A gritos, literal, sinaloenses le pidieron a la Presidenta ayuda para encontrar a sus desaparecidos.
Desesperados y afligidos ante la falta de apoyo para localizar a sus familiares, varias personas lanzaron su grito de auxilio aprovechando la presencia presidencial.
Fue en el evento de los Programas para el Bienestar que encabezó Sheinbaum cerca del mediodía de este domingo en la Unidad Deportiva Benito Juárez, en Mazatlán, donde con lonas y cartulinas las personas con familiares desaparecidos acudieron a solicitar apoyo y apenas la Presidenta comenzaba su mensaje cuando con gritos le solicitaron su intervención, a lo que les contestó que al término del evento se acercaría a platicar con ellas y ellos.
Algunas de las personas sí pudieron exponer su caso a la Presidenta. quien les pidió sus datos para darles prioridad, los cuales se canalizarán vía Gobierno del Estado y precisamente a través del ahora funcionario estatal, el ex Alcalde Édgar González Zataráin.
Ojalá logre concretarse el apoyo prometido y de verdad el Gobierno inicie una mucho más eficiente labor de búsqueda.
El cambio de titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal en Sinaloa ofrece varias lecturas, todas sorpresivas debido a que pareciera que no obedecen a una situación de ajuste por resultados.
La primera sorpresa de este tema pasó cuando todos ya sabíamos que Gerardo Mérida Sánchez no era el idóneo para el caso y no sólo lo mantuvieron, sino que además lo expusieron a declarar todos los días.
La segunda sorpresa es porque pensábamos que ya no lo iban a quitar, pues para efectos de resultados es exactamente lo mismo con él y sin él.
La tercera es que anuncian a Óscar Rentería Schazarino, que viene de ser Comandante de la 43 Zona Militar en Apatzingán, estado de Michoacán, sin muchas buenas referencias, cosa fácil de averiguar, pues ya se inventó el Google.
La serie de curiosidades siguen con el hecho de que haya rendido protesta en la Novena Zona Militar, y no en el despacho del Gobernador Rubén Rocha Moya, lo que hace suponer que justamente es una decisión federal, de esas que no tenemos el recuerdo de cuándo algo así dio buenos resultados.
Y la deducción toma fuerza porque en este acto, realizado el sábado, también estuvo presente el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch; el Comandante de la Novena Zona Militar de Culiacán, Porfirio Fuentes Vélez; y Guillermo Briseño Lobera, Comandante de la Tercera Región Militar.
Según nuestros datos, esta es la primera toma de protesta de un Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado en instalaciones militares.
Ya desde ahí la cosa no pinta para buena, porque la historia nos ha mostrado que las acciones militares muchas veces suelen ser sinónimo de violaciones a los derechos humanos.
Y si con esta lógica se impuso a una General en este cargo, casi casi independiente del Ejecutivo, pues se perderá entonces ese margen de acción y decisión que todavía con Cristóbal Castañeda Camarillo sí se notaba la utilidad.
Por lo pronto no nos queda más que esperar a ver qué sucede.
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Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
malecon@noroeste.com
Pues con todo y todo se concretó la primera visita oficial de la Presidenta Claudia Sheinbaum a Sinaloa.
Por supuesto fue bastante notorio que lo hizo bajo un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó dos helicópteros que sobrevolaban a gran altura en todo momento por el área donde se encontraba la Mandataria.
Claro que eso se esperaba al ser esta visita en el contexto de una de las más severas crisis de seguridad en la historia de nuestra entidad.
Precisamente ese escenario obligó a que el primer punto en la agenda presidencial fuera precisamente la reunión de la Mesa de Seguridad junto con el Gobernador Rubén Rocha Moya, e integrantes de los gabinetes federal y estatal, la cual fue realizada en las instalaciones de la Tercera Región Militar, y no era para menos, pues con tantos mandos reunidos tenía que ser en el que es tal vez el lugar más seguro de Mazatlán.
La seguridad fue tema obligado no sólo por los operativos de custodia que se observaron desde la noche del sábado que arribó Sheinbaum al estado y ayer durante los eventos, sino que se reflejó también en el discurso presidencial.
Pero pues fue precisamente eso, discurso, que aunque sea bueno que venga la Presidenta a Sinaloa, no deja de ser sólo eso: palabras.
Y es que a cómo estamos, el venir a decirnos que no estamos solos y que el Gobierno nos protegerá podría sonar hasta a burla, pero pues bueno, vamos a ser positivos y tomarlo como un aliciente.
Lo que sí fue el discurso presidencial y la propia visita de Sheinbaum es un gran espaldarazo a Rocha como Gobernador.
A los que sí dejó Sheinbaum chiflando en la loma fue a los reporteros que la cubrieron y que en vano buscaron obtener al menos unas palabras de ella en entrevista.
La Presidenta llegó y se fue sin atender a la prensa ni nacional ni local.
En cuatro ocasiones los periodistas se acercaron a ella para intentar tener una declaración directa sobre el problema de la inseguridad en Sinaloa y ella simplemente respondió “todo bien”.
Los intentos de entrevista fueron dos en el acceso al Hotel El Cid, la noche del sábado, ayer también en el mismo lugar, pero nada.
Luego se hizo un tercer intento, alrededor de las 11:30 horas de ayer domingo al salir de la reunión de la Mesa de Seguridad en la Tercera Región Militar. La Presidenta sólo se detuvo en la camioneta que se transportaba pero para atender el saludo militar que se le rindió casi al salir de las instalaciones.
Y el último intento se hizo ya por la tarde de ayer domingo, al salir de la Unidad Deportiva Benito Juárez, pero salió del lugar saludando de mano desde su camioneta a un par de mujeres que la esperaron en el crucero de las avenidas Juan Pablo II e Insurgentes. Pero a la prensa otra vez la ignoró, sólo respondió otra vez: todo bien, y arrancó.
La crisis de desapariciones en el estado es tal que no podía dejar de tener presencia en la gira presidencial.
A gritos, literal, sinaloenses le pidieron a la Presidenta ayuda para encontrar a sus desaparecidos.
Desesperados y afligidos ante la falta de apoyo para localizar a sus familiares, varias personas lanzaron su grito de auxilio aprovechando la presencia presidencial.
Fue en el evento de los Programas para el Bienestar que encabezó Sheinbaum cerca del mediodía de este domingo en la Unidad Deportiva Benito Juárez, en Mazatlán, donde con lonas y cartulinas las personas con familiares desaparecidos acudieron a solicitar apoyo y apenas la Presidenta comenzaba su mensaje cuando con gritos le solicitaron su intervención, a lo que les contestó que al término del evento se acercaría a platicar con ellas y ellos.
Algunas de las personas sí pudieron exponer su caso a la Presidenta. quien les pidió sus datos para darles prioridad, los cuales se canalizarán vía Gobierno del Estado y precisamente a través del ahora funcionario estatal, el ex Alcalde Édgar González Zataráin.
Ojalá logre concretarse el apoyo prometido y de verdad el Gobierno inicie una mucho más eficiente labor de búsqueda.
El cambio de titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal en Sinaloa ofrece varias lecturas, todas sorpresivas debido a que pareciera que no obedecen a una situación de ajuste por resultados.
La primera sorpresa de este tema pasó cuando todos ya sabíamos que Gerardo Mérida Sánchez no era el idóneo para el caso y no sólo lo mantuvieron, sino que además lo expusieron a declarar todos los días.
La segunda sorpresa es porque pensábamos que ya no lo iban a quitar, pues para efectos de resultados es exactamente lo mismo con él y sin él.
La tercera es que anuncian a Óscar Rentería Schazarino, que viene de ser Comandante de la 43 Zona Militar en Apatzingán, estado de Michoacán, sin muchas buenas referencias, cosa fácil de averiguar, pues ya se inventó el Google.
La serie de curiosidades siguen con el hecho de que haya rendido protesta en la Novena Zona Militar, y no en el despacho del Gobernador Rubén Rocha Moya, lo que hace suponer que justamente es una decisión federal, de esas que no tenemos el recuerdo de cuándo algo así dio buenos resultados.
Y la deducción toma fuerza porque en este acto, realizado el sábado, también estuvo presente el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch; el Comandante de la Novena Zona Militar de Culiacán, Porfirio Fuentes Vélez; y Guillermo Briseño Lobera, Comandante de la Tercera Región Militar.
Según nuestros datos, esta es la primera toma de protesta de un Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado en instalaciones militares.
Ya desde ahí la cosa no pinta para buena, porque la historia nos ha mostrado que las acciones militares muchas veces suelen ser sinónimo de violaciones a los derechos humanos.
Y si con esta lógica se impuso a una General en este cargo, casi casi independiente del Ejecutivo, pues se perderá entonces ese margen de acción y decisión que todavía con Cristóbal Castañeda Camarillo sí se notaba la utilidad.
Por lo pronto no nos queda más que esperar a ver qué sucede.