El Centinela
25 septiembre 2023

A pesar de la tardanza, lo que por momentos parecía exacerbar los ánimos de los asistentes, el evento organizado para Claudia Sheinbaum, Coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación, o sea la candidata virtual para la Presidencia de México por parte del partido en el poder, fue un verdadero éxito por el lado que se vea. ¿Sí?

Esta vez, ya con el triunfo en la bolsa (según ella, el presidente y su partido) Sheinbaum llegó sin titubeos, firme para hacerle cara a los morenistas y convencerlos de que el partido no se equivocó al escogerla a ella para ser la sucesora de Andrés Manuel López Obrador.

Todo por la Cuarta Transformación, dijo, lo que hizo que el lugar se estremeciera con los aplausos y los gritos de apoyo.

Fue un éxito porque pudo sortear las críticas por incluir a los ex dirigentes de otros partidos, sobre todo el PRI en el evento.

Y que por cierto, la nota nacional fue precisamente eso, el mensaje que da Sheinbaum sobre la inclusión y la unidad para sacar adelante el proyecto de Nación del actual Presidente, es, pues consolidar la Cuarta Transformación, aunque tenga que aceptar a quienes vienen del PRI, y que vienen (según los morenistas) de la cuna de la corrupción y de todo los pecados y males imaginables de este país. Pero que aún así hay que agarrar porque lo importante es el “proyecto”. Ajá.

Cuando fueron presentados estos ex priistas y ex panistas, el abucheo fue total, ahí sí fue un resbalón que ni siquiera el Gobernador Rubén Rocha Moya pudo calmar, e incluso salió más que salpicado.

Aunque fue un error la exhibición, el mensaje de Sheinbaum se entiende, ven a un PRI a punto de morir y ella quiere poner esa palada de tierra. Ya veremos si luego les dan candidaturas o los mandan a la fila.

El no escuchar las voces de su partido supondría un grave error, pero ya veremos cuando se tengan que repartir candidaturas, puestos, cargos y pagar este favorcito.

Por lo pronto, Claudia con su mensaje en Culiacán, tuvo resonancia para posicionarse aunque a muchos de su partido el pragmatismo mostrado no les guste nadita.

No es un pecado de ninguna manera que un político, cuando su partido le da la espalda, no se abre, ni tampoco reflexiona en que los tiempos han cambiado y la manera de hacer política se ha transformado; y que no sólo le dé la espalda, sino que le trata con la punta del pie: vea cómo emigrar a nuevas filas y seguir en lo que le gusta, pero ya sin el lastre en el que se ha convertido el partido que lo cobijó tantos años.

Pero de eso a lo que sucedió el sábado, hay una gran diferencia.

Ahí estaban un grupo de ex priistas sentados en hilerita, contaditos, formados en torno a la figura de Claudia Sheinbaum, aplaudiendo, algunos muy sonrientes, otros levantando el sombrero, cínicos.

Pero otros que también aplaudían, mujeres y hombres que uno puede considerar de trayectoria muy valiosa, políticas y políticos de carrera, que aunque estaban sentados, parecía que lucían hincados, como en las antiguas guerras donde los héroes y líderes de otros pueblos eran exhibidos antes de ser empalados.

Y no sólo políticos, sino gente de mucho renombre, que uno pensaría que eran más objetivos, coherentes, porque su carrera no es tanto en la política sino en el arte, la academia o el deporte.

Nombres que daba lástima ver haciendo esos papelitos cuando su grandeza les ha dado mucho más que eso.

Esa tarde de sábado, a pesar del calorón, en algún momento se tornó oscura, porque algunos parecieron perder el alma.

Entre ética y legalidad. El papel del Gobernador Rubén Rocha Moya, otra cosa que también nos dio pena ajena ese día del evento de Claudia Sheinbaum. ¿Dónde quedó eso de que los gobernadores siempre deben ostentar su cargo de servir a todas las personas de su estado sea de cualquier ideología?

Y no es que tengamos que criticarle mucho, la cosa está ahí, en video.

Lo de esa tarde no solo fue arropar a la candidata de su partido, sino ir hasta el punto de recibir las burlas, los gritos, los abucheos de los mismos morenistas, porque en su participación a Rocha Moya le tocó presentar a los ex priistas; sí es cierto, algunos han sido sus empleados en el Congreso, pero pareció en esa exhibición que ni siquiera los morenistas presentes lo soportaron y se lo hicieron sentir de fea manera.

Quizás el Gobernador sinaloense no esté impedido para mostrarse de esa manera, pero la ética de servir para todos ¿dónde queda? ¿O hará lo mismo con Xóchitl Gálvez y nos tapa la boca? Evidentemente no.

Se viene una elección de Estado y de todos los estados, por lo que se ve. Lástima de Sheinbaum, una mujer que mereciera valerse por sí misma y no por los hombres a su alrededor con su manera añeja de hacer política.

No hace ni una semana que el ex Alcalde de Culiacán andaba muy contentito porque su proyecto para regresar a su puesto en la Presidencia Municipal estaba en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el cual no incluyó el tema en su sesión la semana pasada, pero en esta semana se espera que sí lo haga, cuando a Estrada Ferreiro ya la cayó otro señalamiento.

Resulta que por comprar dos autos nuevecitos y de paquete que fueron rifados en un evento de aniversario del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Culiacán, el Gobierno de Culiacán gastó más de medio millón de pesos y la Auditoría Superior del Estado ya lo catalogó como posible daño al erario.

Según la Auditoría, la compra y el destino que se le dieron a esas unidades contraviene la normatividad, ya que sólo deben comprarse unidades destinadas al uso oficial, que presten servicios públicos o labores de seguridad.

Y pues como que para regalarse a esos del Sindicato, pues no.

O sea, si se le viene a la mente el caso de Luis Guillermo “El Químico” Benítez, quien también rifo carros un Día de las Madres, es mera coincidencia.

O no, la coincidencia es que estos políticos llegaron, como se ha dicho en este espacio, pensando que tienen las escrituras de los municipios con todo y sus recursos.

A ver cómo le va a nuestro ángel caído del Palacio Municipal.