Malecón
Da más o menos el perfil, dicen
Todo parece indicar, querido lector, que este miércoles tendremos nuevo Fiscal General de Sinaloa, aunque desde hace días muchas voces cizañosas ya dan como el nombre elegido a Dámaso Castro Zaavedra, quien hasta el momento en que escribimos esta columna, es el actual Vicefiscal General del Estado.
El ascenso de Dámaso al sitio que desocupó Sara Bruna Quiñónez Estrada luce cantado incluso desde antes que saliera la convocatoria del CESP, sobre todo por el contexto, ya que en medio de todo el revuelo y polémica que rodea a la Fiscalía, lo sencillo sería poner al Vicefiscal.
Y entendemos que es un proceso que debe ser rápido, porque la Fiscalía no puede estar mucho sin titular, pero llama la atención la celeridad con la que salió la terna final, es decir, al Gobernador del Estado sólo le bastó unas horas para escoger a tres de cinco, y el mismo día el Congreso los citó para comparecer.
En caso de concretarse su nombramiento, Dámaso Castro deberá entrar al quite a una chamba que, a sabiendas de que todo lo que haga, diga, o deje de decir, generará cuestionamientos, dudas, incertidumbres, zozobra y señalamientos de mano negra.
A nadie se le puede escapar que, si bien tiene muchos años de trayectoria y experiencia previa, ha ocupado un cargo de gran peso en la Fiscalía General al momento en que ocurrió la muerte de Héctor Melesio Cuén Ojeda, un hecho que significó la gota que derramó el vaso y la renuncia de Sara Bruna.
No venimos aquí a decir que no tenga el perfil o la noción para tomar esa encomienda, pero sí nos gustaría que, de llegar a alcanzar el cargo, lo desempeñe con la honradez, dignidad y honestidad que amerita.
Esto mismo aplica también por si es el caso de Claudia Zulema Sánchez Kondo, Vicefiscal de la zona centro, quien también es finalista del proceso de designación que culminará este miércoles.
Los dos mencionados, por sus puestos y funciones, cumplieron un papel clave en una investigación que las autoridades federales han calificado de muchas maneras, y cada una peor que la anterior.
A ver si nuestras y nuestros diputados le dan otra oportunidad a un Dámaso en la institución que persigue delitos en Sinaloa, con la evidente esperanza de que ahora la historia sea diferente.
Por fin se fue ya Enrique Inzunza
Dicen que el que mucho se despide es que no tiene ganas de irse (o no lo dejan ir), pues bajo esa idea a Enrique Inzunza Cázarez le urgía salir de Sinaloa rumbo al Senado de la República pues ni señas dio de que ya se iba.
Fue el Gobernador Rubén Rocha Moya quien mencionó en su conferencia de prensa La Semanera que el que era su Secretario General de Gobierno ya se había ido a la Ciudad de México para preparar todo y comenzar su carrera como Senador.
Y es que no ha de ser fácil ir comenzando tu carrera en la política y arrastrar todo el tema que detonó la detención de Ismael Zambada García, “El Mayo”, y todo lo que representa ese hecho para Sinaloa.
Además, siendo la mano derecha del Gobernador Rubén Rocha Moya, alguien que ha sido señalado de tener vela en el entierro de ese escabroso asunto, pues así Inzunza Cázarez nada más peló gallo.
Pero parece que al Gobernador no le inquietó mucho, pues ni ha apurado a buscar un reemplazo para Inzunza Cázarez, nada más ha dejado bien clarito que no será Rodolfo Jiménez, el Subsecretario de Gobierno, quien se quede de manera permanente en el cargo pues actualmente está calentando la silla nada más para quien llegue.
No, al Gobernador no le apura, y ha mencionado que sería un morenista Presidente Municipal saliente o algún Diputado local saliente, y pues aunque esa pista no dice mucho es fácil descartar a personajes como Margoth Urrea, la Presidenta Municipal de Navolato que ya no verá la reelección pues no se le ve madera para el cargo, por decirlo amablemente.
Tercer strike, ¡estás fuera!
Como las tres abanicadas, en el tercer out, después de tres paquetes de tres, Margoth Urrea fue declarada como la perdedora más agónica, por el lío en que metió a las autoridades electorales de todos niveles, que ayer ratificaron una vez más el triunfo de Jorge Bojórquez como candidato a la Presidencia Municipal de Navolato.
Entendemos lo dolorosa que pueda ser esta derrota, tomando en cuanto todo lo que cualquier candidato morenista tuvo a su favor en las últimas tres elecciones y lo absurdamente inmenso en contra que tuvieron todos los candidatos de la Oposición.
Pues resulta que este martes se llevó a cabo el recuento de tres casillas impugnadas por Morena a causa de inconsistencias en las actas de cómputo y aunque el bloque morenista apostaba a que las cosas debían mejorar, pues terminaron víctimas de la Ley de Murphy: la ventaja preliminar de 12 votos subió a 22.
Y resultaba hasta lógico pensar que esto podría pasar, porque la tendencia en Navolato fue tan obvia que debía avergonzar a cualquiera que pensara en defender la posición de mando en la administración, y no hay que soltar las latas de lacrimógeno y tirarse al suelo con el discurso de defender la voluntad de la gente, porque si la que debe decidir no es mayoría, lo mejor es darse por vencido, porque hay demasiada gente en contra.
El pasado viernes, el Tribunal Electoral del Estado ordenó contar de nuevo los votos en tres casillas, cancelados por irregularidades.
En la casilla 3733, no hubo modificaciones, pero en la 3747, se registraron 10 votos más para el Partido Sinaloense, en comparación al conteo inicial.
Con esto, sin duda, se entiende que la carrera política de Margoth Urrea quedará sepultada junto a un pequeño ejército de morenistas que nada más llegaron al poder para enseñar el cobre y ganarse la enemistad de los gobernados.
Increíble, ¿no ganaste una elección ni con ayuda de AMLO ni la maquinaria de Morena? Pues ya mejor retírate.