Juan José Ríos Estavillo presentó un oficio en el Congreso de Sinaloa para separarse de su cargo y dejar de ser el titular de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa y no hubo ni una voz que saliera a defenderlo, a él o a su desempeño al frente del órgano autónomo.
Ya andan varias personas haciéndose autocampaña para cubrir su puesto, como el abogado José Luis Polo Palafox, que se echa porras solo, lo cierto es que ya tiene un fiat notarial, no se entiende por qué a fuerza quiere que lo miren para ser Fiscal.
Nereida Avilés Aceves y Sara Bruna Quiñónez son otros nombres, en este caso de mujeres, que podrían contender por ocupar este cargo, una mujer al frente no está mal, tomando en cuenta que el Ejecutivo, Legislativo y Judicial tienen todos hombres al frente.
Ojalá después de Ríos Estavillo lo siga Juan Carlos Alvarez Ortega, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que tampoco tiene buenos resultados y la 63 Legislatura le ratificó el cargo por un periodo más.
El ahora ex Fiscal, Juan José Ríos Estavillo, se fue acompañado por el viento, ya que ninguna voz se alzó en su defensa, al parecer a nadie le importó si su salida vulneraba la autonomía de un organismo.
No hubo quejas, pronunciamientos en contra de que se “pactara” la salida del Fiscal, precisamente para no violentar la ley.
Lo más triste es que de nada sirvió su paso de “ombudsman”, lo cual supondría que alguna simpatía le sumaría, pero no, todo lo que había ganado antes de la Fiscalía, como un luchador social, activista y defensor de los derechos de los demás, lo dilapidó en un puesto donde pocos pueden brillar.
Sometido por los otros poderes, sin mucho margen de maniobra en un estado donde la Ley siempre ha encontrado obstáculos para imponerse, Ríos Estavillo se perdió en los laberintos de la democracia y su luz se fue apagando como el de una estrella enana.
El Fiscal solo, opaco, omiso, no salía ni para saludar de la Fiscalía, mucho menos para dar algún pronunciamiento sobre alguna situación grave en el Estado.
Quizás por eso la gente lo olvidó, dicen que en política nunca hay que desocupar los espacios o corres el riesgo de que otro lo ocupe, y él nomás no se le veía por ningún lado.
No creemos que alguien lo extrañe, bueno quizás se repita él al espejo: “Una noche, una vez, soñé que era Fiscal”.
Tremenda despedida le dieron los diputados a Osbaldo López Angulo, Secretario de Obras Públicas, “¿Y ahora dónde me meto?” parecía decir el funcionario que ayer compareció ante el Congreso del Estado.
Mucho habían criticado que esas comparecencias eran puro trámite, que al cabo ya van de salida, pero los legisladores dieron un revirón y le tocó a López Angulo.
Él llegó presumiendo la Infraestructura urbana, hospitalaria y carreteras, espacios deportivos, y diciendo que son obras de calidad para atender necesidades prioritarias de las y los sinaloenses, para el mejor desarrollo de la entidad. Y pácatelas, le tenían un platillo bastante ácido.
Marco Antonio Zazueta Zazueta, Presidente de la Comisión de Obras Públicas del Congreso del Estado, se le fue a la yugular al cuestionarle que una cosa fue lo que informaban y otra muy distinta la realidad, ya que la discrecionalidad suplió a la planeación, las ocurrencias sustituyeron a las prioridades y la obra pública pagada con los impuestos de todos los contribuyentes se realizó en la opacidad.
Y todavía le sorrajó más, ya que le señaló que la “oscuridad” del gasto favoreció la corrupción por los recursos invertidos en obras de beneficio directo a particulares, ignorando incluso el diagnóstico del Plan Estatal de Desarrollo.
El PRI lo quiso defender pero ya el Secretario estaba como palo de gallinero.
Ni modo se irá del cargo con un muy mal sabor de boca.
Podemos decir que el retorno a las clases presenciales en la Universidad Autónoma de Sinaloa fue todo un éxito, nada más con ver la cara de los plebes de prepas y licenciaturas, felices, tomando selfies, bromeando, bueno que aquello fue revivir las aulas, los laboratorios, los campos y las áreas de encuentros comunes.
Ahora sí que hasta los maestros y alumnos más grandecitos parecían morros de primaria en pleno recreo.
La carrera en línea es muy difícil, dijo un estudiante de Medicina, que a pesar del cubrebocas se le notaba la felicidad en los ojos.
El Rector Jesús Madueña no cabía de felicidad al encabezar el retorno, después de más de un año y medio que la pandemia tuvo en el encierro a alumnos y maestros.
Ahora, esperemos que los protocolos funcionen y no haya rebrotes del Covid-19.
Los que andan bien contentos son los chóferes de camiones urbanos, ya que con el regreso de los estudiantes a las aulas ya esperan más pasaje.
El sindicato de conductores de camiones urbanos dice que algunas rutas andan al 60 por ciento, pero que estas podrían aumentar por el mayor movimiento de usuarios.
Tan dura estará la crisis que ahora los camioneros están entusiasmados con los estudiante y eso que antes hasta le sacaban la vuelta, nomás los veían con su credencial de estudiante y les agarraban el dinero de mala gana.
La ausencia de los funcionarios del Instituto de cultura a las funciones más importantes del Festival Cultural Mazatlán, en el Teatro Ángela Peralta, habla de su falta de interés por las artes, empezando por José Ángel Tostado, su titular, que no asistió ni a la ópera Elixir de amor.
La única que permanece al pie del cañón, estimulando a los artistas, pendiente de las producciones y las presentaciones es Zoila Fernández.
Si no van los funcionarios menos se presenta el Alcalde Luis Guillermo Benítez, de ese tamaño es el desinterés de su administración por la cultura y las artes.
Pero invítelo a un centro comercial en Texas y será el más aprontado.