Estamos a punto de conocer el gabinete completo que acompañará al futuro Gobernador Rubén Rocha Moya. Ya se han dado a conocer algunos nombres pero nos llamó la atención una declaración de Rocha Moya sobre la Secretaría de Salud.
Esperemos que como dice el mismo Rocha Moya, Efrén Encinas Torres sea su amigo y así se lleven porque entonces sí que se llevan pesado.
Resulta que el fin de semana, todavía como Gobernador electo, Rocha señaló que si Héctor Melesio Cuén Ojeda rechaza ocupar el puesto de Secretario de Salud, le pediría al actual titular que permanezca en su puesto.
Me imagino que muchos ya habían prendido sus veladoras para que esto fuera posible, otros habrán reído de la ocurrencia y otros más habrán pensado en que era un “estate quieto” para Héctor Melesio Cuén, quien al fin de cuentas ya dijo, por fin, que la Salud era lo suyo.
“Es mi gran cuate, lamento decir que mi criterio es que no dejaría a nadie del actual gobierno en una secretaría, pero si se vuelve renuente el que les cuento, a lo mejor queda Encinas”, así lo dijo Rocha.
Y si su criterio es no dejar a nadie del actual Gobierno, ¿qué ondas con Cristóbal Castañeda?, ¿de plano así estuvo la imposición del Presidente Andrés Manuel López Obrador?
Por lo pronto, Efrén Encinas se puede ir contento, si es que no nos dan la sorpresa de que se queda, porque en el Congreso, durante su comparecencia sólo faltó que los diputados le pusieran alfombra roja y cómo no, si el señor pudo salir avante de la complejidad de manejar esa secretaría en medio de la pandemia.
El Congreso de Sinaloa ya le cumplió el capricho a Quirino Ordaz Coppel, le aprobó las cuentas públicas del 2019, fue como darle un beso en la frente después de haberlo golpeado dos años seguidos.
Lo cierto es que la pasada legislatura tuvo que hacer reformas a la Ley Orgánica de la Auditoría Superior del Estado de Sinaloa. Entre las modificaciones está que ya el órgano autónomo no emitiera un informe técnico con sentido aprobatorio o de rechazo, por lo que ahora eso se decide solamente en el Congreso.
Darle reversa al Gobernador un año no sirvió de mucho porque al siguiente, en el 2018, le fue igual, pero parece que la tercera es la vencida, aunque no hay que cantar victoria, porque hay más de 8 millones de pesos en observaciones que no se solventaron, poco comparado con los 56 del inicio, pero que son de mucho apoyo para mejorar una escuela o comprar despensas en un caso necesario, así que se tiene que esclarecer en dónde quedaron esos 8 millones.
Los diputados agarraron parejo contra los municipios, contras los órganos autónomos para reprobarlos en sus cuentas públicas, pero a los tres poderes les dieron la venia, claro ni modo que escupieran para arriba.
A sólo unos días de que el Congreso reciba a Rubén Rocha Moya para ungirlo como el nuevo Gobernador del Estado, sucedió lo inesperado, dos diputados se contagiaron del virus.
La Diputada Alma Rosa Garzón Aguilar y el Diputado José Manuel Luque Rojas dieron positivo al Covid-19, lo que activó las alarmas en el recinto legislativo. Afortunadamente reportan que los dos están muy bien.
Pero todo el personal que tuvo interacción con ellos será sometido a vigilancia que el protocolo indica.
Feliciano Castro Meléndrez, presidente de la Junta de Coordinación Política, enfatizó que el próximo viernes todo el personal se someterá a medidas para garantizar que el Congreso, en los próximos eventos, transite con la garantía que impone la circunstancia.
Aunque cada diputada, cada diputado, cada trabajador tiene la libertad de someterse o no a la prueba se generarán las condiciones para hacerlo con las mejores garantías.
Por lo pronto, no se plantea la suspensión de las sesiones ordinarias de manera presencial porque hay condiciones de garantizarlas, así como la sesión solemne para la toma de protesta del domingo.
Ayer lo comentábamos, se nos hace muy arriesgado invitar a más de 300 personas y meterlas juntas al recinto legislativo.
Además muchos de los invitados a la ceremonia de la toma del poder, de Rocha Moya, vendrán de diferentes estados, lo que incrementa la posibilidad de los contagios.
El riesgo es alto y parece que a nadie le importa, primero está la grilla y después la salud. No queremos ser el pájaro de mal agüero, pero nos toca recordarles que la pandemia no ha terminado.
Después de que se diera a conocer la posible consulta sobre la planta de amoniaco en Topolobampo, el grupo defensor de la Bahía de Ohuira no confía en estos ejercicios.
Y es que Ulises Pinzón, uno de los integrantes del movimiento “Aquí No”, dice que de esto nacen muchas dudas, de cómo se va a llevar a cabo y qué es lo que se tomará en cuenta.
Teme que se consulte a personas ajenas a la comunidad y la problemática que se tiene sobre la construcción de ésta planta.
La verdad es que nadie lo quiere decir públicamente, pero desde el Presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta los dos gobernadores, el actual y el electo, quieren que se haga la planta.
Y como nadie se anima a defenderla públicamente van a aventar la dichosa encuesta por delante y una vez que tengan los resultados a favor de su construcción en la mano, dirán que fue el pueblo el que así lo decidió.
Hay que entender que la construcción de una planta de esta naturaleza exige tal cantidad de recursos como inversión que sus números resuelven cualquier corte de caja de un Gobierno, así sea nacional.
Así es que abusados porque las consultas públicas manejadas desde el Gobierno sólo han servido para legitimizar proyectos o para cancelarlos cuando no les gustan a nuestras autoridades.
Por lo pronto a nadie le importa la salud del ecosistema de la Bahía de Ohuira, políticos y empresarios siguen pensando con el bolsillo y el voto, mientras nuestro planeta continúa caminando al desfiladero.