Sí, ciertamente fue un huracán de rápida formación, de veloz crecimiento y de categoría devastadora, pero lo que pasó con “Otis” en Acapulco y zonas cercanas de Guerrero va más allá de la fuerza descomunal de la naturaleza.
Los videos que circulan en redes sociales, grabados por habitantes y turistas, muestran una falta absoluta de prevención.
Sillas volando en hoteles, o sea que ni siquiera resguardaron mobiliario; cristales sin protección; turistas resguardándose en los baños de las habitaciones de los hoteles, porque no fueron movidos a albergues o áreas más seguras; hasta pasajeros de un autobús atrapados en la unidad, soportando los embates del viento y la lluvia, mostrando que no hubo suspensión de la actividad de transporte foráneo, en un claro descuido de no frenar el movimiento de personas por la región.
Eso fue la noche del martes y madrugada de ayer. Pero luego todo el día del miércoles, ya con Acapulco devastado, y serias afectaciones en Zihuatanejo, Coyuca de Benítez y más poblados de la región, se observaba una inacción o lentitud de las autoridades.
El Presidente no suspendió la mañanera, y luego, el colmo, se trasladó vía carretera destrozada para intentar llegar a la zona de desastre. El Gobierno de Guerrero, que no realizó las evacuaciones previas pertinentes, y las corporaciones de auxilio que apenas se movilizaron desde Ciudad de México ya cuando la entidad guerrerense estaba prácticamente incomunicada y destrozada.
Luego, durante horas, silencio oficial. Cero información fluyendo, sin reportes de las autoridades.
Pobre Guerrero, rehén por décadas de la delincuencia organizada, y ahora prácticamente abandonado a su suerte con un huracán categoría 5 encima.
Ahora viene lo más difícil, el recuento de los daños, el número de víctimas, las pérdidas personales y materiales, la reconstrucción no solo del centro turístico sino de las ciudades enteras.
En la adversidad, por cierto, no está de más destacar la labor titánica que realizan elementos de rescate en nuestro estado.
Los elementos de Protección Civil, de la Policía Acuática y Bomberos de Mazatlán tuvieron una acertada respuesta dentro de la tragedia del Huracán Norma, al no cesar la búsqueda y lograr localizar los cuerpos de tres personas que cayeron por separado a arroyos y que perdieron la vida, durante el fin de semana que nos golpeó el meteoro.
Tres de las vidas arrebatadas por este fenómeno natural fueron en Mazatlán precisamente: un joven repartidor que desapareció el sábado al ser arrastrado por la corriente, y otro en circunstancias parecidas pero el lunes.
La búsqueda del primero se extendió por casi 48 horas, mientras que una mujer cayó con todo y vehículo al agua y falleció.
En los tres casos, los rescatistas no tuvieron descanso hasta que lograron dar con los cuerpos y recuperarlos para dar a sus familias un poco de consuelo. Tristísimo, pero al menos se reflejó un trabajo bien hecho en la recuperación de las víctimas mortales.
Titánica, loable y necesaria... La Cruzada Estatal contra la Violencia a Niñas y Mujeres va tomando forma enarbolada por el Gobierno estatal, a través de la Secretaría de la Mujer y otras dependencias relacionadas.
Ayer, la titular de Semujeres, Tere Guerra, y la coordinadora de Comunicación Social, Adriana Ochoa del Toro, recibieron a directivos de los principales medios de comunicación del estado para convocarlos a unirse a este movimiento urgente e imprescindible.
El caso de Los Mochis, donde un papá mató a martillazos a dos de sus hijas, de 1 y 3 años de edad, así como a la abuela y dejó grave a su esposa y lesionada a otra de sus hijas, fue, no la gota que derramó el vaso, sino la bomba que nos explotó a todos en las manos y nos dejó perplejos, preocupados y asustados.
En una entidad donde se reciben en promedio 17 denuncias por violencia contra mujeres, y donde se sabe que por cada denuncia, hay al menos dos más violentadas que no denuncian, Sinaloa puede llegar al punto de no retorno en violencia familiar, de género, violencia social.
No podemos ni debemos ser indiferentes a esta crisis terrible, por eso no solo aplaudimos sino que nos unimos a esta cruzada, porque nos toca a todos. El mensaje debe ser contundente y la búsqueda incesante debe ser para frenar la incidencia de este tipo de delitos.
Este miércoles hizo su presentación oficial el Movimiento Independiente de Rescate Académico y Administrativo Sindical, nombrado MIRAAS por sus siglas, que nació gracias a un grupo de trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa que buscan contrarrestar el abandono en el que tienen a los empleados el actual Sindicato Único de Trabajadores de la UAS.
El grupo, conformado por empleados, señalan que el Suntuas actúa a favor de los funcionarios de la UAS y además a favor de ¿quién creen? Pues del ex Rector Héctor Melesio Cuén Ojeda y su Partido Sinaloense.
“Existe un evidente contubernio entre nuestros líderes sindicales y la parte patronal... la patronal y el sindicato de la Universidad Autónoma de Sinaloa se perciben como una misma organización, para tener progreso laboral se requiere de activismo en un partido político”, expuso Juan Carlos Ochoa Quintero, docente universitario.
El grupo además se quejó de que han perdido derechos laborales y prestaciones en el contrato colectivo de trabajo, se les han violado derechos por asignación indebida de tiempos completos, incumplimiento de pagos o manipulación del Suntuas hacia los empleados de la institución para apoyar al Partido Sinaloense.
Ojalá de verdad que este movimiento fructifique y que le devuelva a los empleados la dignidad que hace mucho perdieron, a cambio de favores, amenazas y amedrentos.
Según informaron en la conferencia de prensa, hasta el momento cuentan con alrededor de 80 simpatizantes, y buscan agregar a más universitarios que empaticen y quieran unirse para crear un nuevo sindicato.
Seguramente este acto de valentía va a querer ser opacado por los gritones que hablan siempre a favor del patrón, insultando a todo aquel que los critica, pero hay que aguantar. Mucha suerte.