El Centinela
22 julio 2024

Si el Gobernador y su gabinete, así como presidentes municipales, se animaran un día a moverse en transporte público seguro buscarían la manera de dignificar el servicio, pero como es una realidad ajena para ellos desde sus suburbans, pues mejor voltean para otro lado.

Dejando a un lado lo evidente, que las unidades están en pésimas condiciones y que algunos de los operadores del transporte público hacen lujo de una viveza que raya en el delito con sus redondeos irregulares o su negligencia, hay cosas tan simples para atender por parte del Gobierno de Sinaloa y municipales que hasta es absurdo que lo ignoren.

Una de ellas es sin duda la mala gestión del espacio público al no colocar paradas de camión en los puntos más relevantes, con croquis que le muestren a los usuarios las rutas de las unidades.

O por otro lado, tener mano dura con los concesionarios al no entregar de manera tan rápida los permisos para operar. Ya hasta parece que cualquier cosa que tenga cuatro ruedas ya puede circular como transporte público.

Y los tránsitos resultan omisos ante las faltas que cometen los camioneros sobre todo en el centro de las ciudades.

Y lo más increíble es que el gobierno pretenda lavarse las manos diciendo que son privados quienes gestionan el transporte público, pues sí, pero es el Gobierno quien cede permisos y tienen toda la responsabilidad de ofrecer a la ciudadanía garantías de seguridad en estos espacios.

Hay rutas como la del 10 de Abril, del UAdeO o el Solidaridad o Las Vegas que no se las deseamos ni a nuestro peor enemigo.

Es inspirador ver cómo el legado perdura a través de los años con iniciativas como la reciente apertura de la cápsula del tiempo sepultada por miembros del Club Rotaract en 1999 en el Parque Gabriel Leyva en Culiacán.

Esta ocasión no sólo permitió a la generación actual de la organización descubrir los tesoros del pasado, sino que también brindó una oportunidad única para reflexionar sobre el progreso y los cambios que han ocurrido desde entonces.

La emoción de abrir una cápsula del tiempo, de ver y tocar objetos que han sido testigos silenciosos de dos décadas, es una experiencia conmovedora.

Estos tesoros del pasado no solo sirven como un recordatorio de los momentos y las personas que dejaron su huella en la historia, sino que también inspiran a los miembros actuales a continuar ese legado con entusiasmo y dedicación.

Además, la creación de una nueva cápsula del tiempo para ser abierta en 2050 es una muestra de visión y esperanza para el futuro. Este acto simboliza la confianza en las generaciones venideras y en la continuidad del espíritu de servicio y solidaridad que caracteriza al Club Rotaract.

El Covid se quedará para siempre y según Gerardo Kenny Inzunza Leyva, director de Prevención y Promoción de la Salud de Sinaloa, todavía no sabemos en qué temporada del año nos va a dar la sorpresa de un repunte.

Así que, como dicen por ahí, hay que aprender a vivir con este “nuevo vecino”.

No sabemos si el virus prefiere el invierno, la primavera o si es más de verano.

Esto significa que tenemos que estar preparados para posibles olas de contagios en cualquier momento.

No sabemos cuándo aparecerá el siguiente susto, así que mejor tener siempre a la mano las mascarillas, el gel antibacterial y procurar vacunarse.

Las dosis de refuerzo van a ser como esos recordatorios de cumpleaños que no podemos olvidar, solo que en este caso, es para evitar riesgo de complicaciones graves si se contrae la enfermedad, pues no se asegura la inmunidad total.

El objetivo debe ser gestionarlo de manera inteligente, protegiendo a los más vulnerables y asegurándonos de que los hospitales no se vean desbordados.

Es el nuevo rommie que nadie pidió, pero con el que tendremos que aprender a convivir.

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Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

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