El Centinela
16 octubre 2024

La educación vial de los culiacanenses es un problema que jamás ha atendido la autoridad local, y el Gobernador Rubén Rocha Moya tampoco le ha prestado atención, ahora sin una autoridad al pendiente este problema colapsa.

Desde que inició la ola de violencia en Sinaloa, que ya alcanzó las cinco semanas ininterrumpidas, los tránsitos municipales de Culiacán estan escondidos.

No se sabe qué acuerdo deben tener con el Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil, que nada más no están saliendo a trabajar.

La ausencia de los trabajadores de Tránsito viene desde mucho antes que se revisara la Licencia Oficial Colectiva a los policías municipales, lo que provocó que desarmaran a los policías, o sea que no tiene nada que ver una cosa con la otra.

El problema está en que ya va un mes entero que el Gobernador Rubén Rocha Moya ha intentado que la ciudadanía recupere su normalidad y salga a sus trabajos y a las escuelas, y justamente esta semana se ha notado más la ausencia de tránsitos que de perdida se paren en cruceros.

La educación vial de los culiacanenses es un problema que jamás ha atendido la autoridad local, y el Gobernador Rubén Rocha Moya tampoco le ha prestado atención, ahora sin una autoridad al pendiente este problema colapsa.

No es posible que en una ciudad de 17 kilómetros de ancho se tarde una hora en moverse desde cualquier punto hacia el Centro, solo porque no hay orden.

Y ni se digan los estacionamientos, los choques, y esperemos esta carencia de tránsitos no llegue a un incremento de muertes por accidentes viales que se pudieran evitar si no existiera tanta omisión.

La guerra interna del Cártel de Sinaloa mantiene un ritmo de violencia tal que deja más de media docena de cadáveres diarios y decenas de reportes de tránsito de vehículos con civiles armados en la ciudad y la zona rural y enfrentamientos en la zona serrana.

Curiosamente los reportes se concentran durante las primeras horas y la mañana de estos días, como el caso de ayer que aparecieron siete de los ocho cuerpos localizados estaban cercanos o sobre la carretera libre a Mazatlán, la llamada México 15.

Lo de ayer fue muy parecido a lo del lunes por el número, sin embargo este martes aparecieron en un solo caso cinco hombres asesinados a la altura de la Laguna de Canachi, al sur de Culiacán, fue la diferencia.

Todos presentaron signos de violencia.

La lista incluyó a dos primos, uno herido y otro muerto, una mujer asesinada en la carretera y otro varón maniatado cerca de El Salado.

Al mismo tiempo en redes siguen apareciendo videos de personas armadas que circulan por la ciudad de Culiacán, presumiendo patrullajes con fornituras y fusiles de asalto, mientras que desde la Novena Zona Militar ya cumplieron una semana de sumar la llegada de más tropa y más vehículos blindados para realizar patrullajes.

Es notorio, y nos consta, la presencia de elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano en las calles y el Centro de la ciudad realizando patrullajes.

De hecho ya nos topamos con elementos que, como habían anunciado, portarán sus uniformes de proximidad ciudadana.

Sin embargo, a diario hay evidencia de que la guerra se mantiene y las denuncias detallan que en otros lugares del estado viven verdaderas pesadillas por la llegada de numerosos grupos armados.

Ojalá que llenar a Sinaloa de militares no sea la única estrategia y que no solo se hagan trabajos en Culiacán, sino en otros municipios que se nota que también los necesitan.

Sin sorpresa, llegó la novena vinculación a proceso contra el Rector separado del cargo Jesús Madueña Molina y los miembros del Comité de Adquisiciones de la Universidad Autónoma de Sinaloa que anduvieron avalando compras irregulares, esta vez por equipos de cómputo y accesorios, a 55 millones de pesos durante 2022, sin seguir los procesos legales de licitación pública.

Los detalles de este caso fueron revelados en una investigación periodística realizada por nuestro equipo de investigación Inndaga, aunque se les frunza a varios.

En la sesión de ayer hubo confirmaciones y revelaciones muy interesantes, para aquellos que no entienden que un delito se puede perseguir sin que lo pida la Auditoría Superior de la Federación o la Auditoría Superior de Marte, si el dinero viniera de allá.

A los funcionarios de la UAS les enseñaron órdenes de compra firmadas por el mismísimo Héctor Melesio Cuén Díaz, quien era Director de Control de Bienes e Inventarios de la UAS y entre los testigos clave de la Fiscalía, una empleada del proveedor afirmó que ellos le venden a la Universidad, pero nunca han participado en licitaciones.

Además un informe de una perito fiscal determinó que hubo un sobreprecio total de 18.7 millones de pesos, lo que representó un perjuicio a las finanzas de la UAS.

Los fiscales también mostraron cómo el proveedor, luego de hacer malabares con sus productos, tuvo la suerte de hallar raza como los lelos de compras de la UAS para venderles computadoras de 14 mil en 26 mil pesos.

Los abogados defensores, que no se saben otra, pues siguieron en su rollo de que la UAS no pertenece a la administración pública, el dinero no es estatal, bla, bla, bla.

De nuevo los funcionarios fueron separados de su cargo y pues, están ahorita obligados a firmar e impedidos de salir del País sin permiso del juez.

De verdad, después de nueve vinculadas, ¿todavía no se dan cuenta que sus abogados no les van a ayudar en nada?

De verdad que los alumnos de la Facultad de Derecho de la UAS deberían ir a las audiencias para ver qué es lo que no se debe hacer con el trabajo que están haciendo sus maestros, no vaya a ser que se les pegue eso de “fallé porque soy un perseguido político”.

-