La tragedia
24 septiembre 2018
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Lo más fuerte después de un fenómeno climatológico, como el que devastó parte del norte del Estado y que dejó bajo el agua a varios sectores de Culiacán, es la pérdida de vidas humanas, porque aunque es injusto decirlo así, las cosas materiales quizás puedan recuperarse, pero la vida no.
Ayer fue encontrada una de las tres mujeres desaparecidas el jueves, arrastradas por el Arroyo El Piojo, en la Colonia 6 de Enero.
Andrea deja a sus tres hijos un ejemplo de heroísmo, murió intentando proteger a una vecina mayor de edad.
Ahora, la búsqueda se centra en encontrar a las otras dos mujeres.
Es lamentable, sobre todo porque ese arroyo es uno de los más peligrosos de la ciudad y son tragedias que creemos que se pueden evitar.
No es posible que las autoridades sepan cuáles son los puntos de mayor riesgo en unas lluvias copiosas, en un huracán y no se tomen las medidas necesarias de prevención.
¿Cuántos muertos necesitan las autoridades? Esta ciudad ya fue rebasada en muchos puntos... es hora de que les importe y lo analicen, que hagan algo.
Resolverá Alcalde
las inundaciones
El Alcalde electo de Culiacán, Jesús Estrada Ferreriro, planea acabar con las inundaciones de Culiacán, construyendo dos o tres ríos navegables que puedan almacenar agua pluvial y ésta pueda ser aprovechada en el riego de los cultivos, además de que sirvan como atractivo turístico.
En un encuentro con el Colegio de Ingenieros Civiles de Sinaloa advirtió que buscará los Atlas de Riesgo de la ciudad para analizarlos y no autorizar construcción en zonas de riesgo.
Estrada Ferreiro aseguró que estos Atlas de Riesgo los tendrá en las manos en tres días y sin importar quién los tenga pedirá que se los muestren, o sea, en tres días, rapidito.
“Se van a evitar inundaciones. Con el Atlas de Riesgo en las manos vamos primeramente a no autorizar una obra más en zonas de riesgo, tratar de corregir lo que está autorizado indebidamente con alguna medida técnica o de ingeniería para evitar que vuelva a ocurrir”, señaló.
Y de paso les pegó una enjabonada a los presentes, al criticar que los colegios de arquitectos, ingenieros, etcétera, no hagan las propuestas cuando es pertinente hacerlas y esperen a que sucedan las tragedias para quejarse y realizar proyectos de mejora a la ciudad.
Que alguien le avise al señor Estrada Ferreiro que para evitar las inundaciones primero tendría que corregir todo lo que se ha construido en zonas de riesgo, que es gran parte de la ciudad.
Mal momento
Ahora que sí como dice el dicho, “ven la tempestad y no se hincan”.
Ayer, a pesar de la contingencia por la que está pasando el estado y lo importante que es la labor de los trabajadores de las juntas de agua potable en las inundaciones, los trabajadores de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guasave se pusieron en paro.
La molestia es por el pago que el Gobierno municipal incumplió de dos quincenas prometidas para el viernes pasado, de las cuatro que les deben al Sindicato de la Jumapag.
Así que los trabajadores sindicalizados no se pusieron a trabajar y se acomodaron plácidamente en sus sillas afuera del inmueble de la junta.
La Alcaldesa, Diana Armenta, ya dijo que están en medio de una contingencia por lo que no pudo atender su compromiso.
Si bien, es cierto que quizás su petición es legal y justificado y el incumplimiento de pagos debe tenerlos muy enojados, no creemos que sean los tiempos para andar haciendo un paro de labores.
El discreto
Sin afán de protagonismos, así lo dijo el Alcalde de Salvador Alvarado, Carlos Mario Ortiz Sánchez, al asegurar que él ya aportó 50 mil pesos y sus funcionarios se caerán con 10 mil pesos para entregar a las familias damnificadas, cuando menos, dos enseres domésticos en cada una de las viviendas.
Dijo, además que serán enseres de calidad. Qué bueno que apoyen pero si es sin afán de protagonismo para qué cacarea, pues.
La sierra, tierra de nadie
El ataque que sufrieron ayer policías investigadores estatales en la sierra de Concordia y los ataques en Badiraguato a militares es la confirmación de que se trata de territorios en los que el Estado mexicano ha fallado.
La seguridad, la principal obligación de las autoridades para con los ciudadanos, es una quimera.
El poder de los grupos de la delincuencia se ha acrecentado gracias al temor que infunden en las comunidades.
Aplican aquello de que si “barres con una comunidad, la siguiente se saldrá sola al enterarse de la devastación”.
Por cruel que parezca, el Gobierno, o la ausencia del Gobierno, se convierte al mismo tiempo en caldo de cultivo para que los políticos medren con el dolor de los ciudadanos.
La mejor economía, dicen, es la economía de guerra. Y en estos años eso parece que ha dejado grandes ganancias para unos pocos, mientras la sociedad en general recibe un saldo de muertos y desaparecidos.