Estrada Ferreiro y los medios

La reunión entre el Alcalde electo de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, con representantes de los medios de comunicación fue, por lo menos, surrealista.

 

Fue surrealista desde la convocatoria: un alcalde decide invitar a platicar a los medios de comunicación para avisarles que no va a poder continuar con las prácticas de sus antecesores, en otras palabras: no quiere seguir pagando para que le aplaudan con dinero del pueblo.

 

Estrada Ferreiro no encuentra razones lógicas para sostener el negocio de los medios de comunicación que cobran por difundir lo que su aparato de comunicación debería de hacer. 

 

 

 

Conocido por sus exabruptos, el Alcalde electo de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, se ha ganado fama de inestable y ocurrente, sin embargo, a la hora de sentarse frente a los medios de comunicación su postura fue muy clara.

 

Explicó que durante su gobierno se contratará la publicidad que necesiten las diferentes dependencias para dar a conocer información de interés para la ciudadanía, pero nada más.

 

En aras de cumplir con el mandato de austeridad que emana desde la política nacional, liderada por el futuro Presidente Andrés Manuel López Obrador, Estrada Ferreiro dejó claro que no habrá dinero para medios que no justifiquen el gasto o simplemente que no sean necesarios.

 

La propuesta es noticia por “extraña”, durante décadas el PRI nos acostumbró a que sus gobiernos pagaban a los medios de comunicación por su complicidad.

 

Después llegaron los gobiernos panistas y la fiesta continuó, los medios de comunicación se han convertido en el negocio de unos cuantos, pero permanecen completamente alejados del quehacer periodístico.

 

Son escasos los medios, llámese radio, prensa o televisión que cuentan con su propia agenda, que investigan y le dan voz al pueblo que quiere denunciar.

 

La mayoría trabaja para anunciar los actos de los funcionarios, como si fueran sus patrones, cuando el lector es el que debería mandarlos.

 

 

 

Durante la existencia de Noroeste, su relación con los gobiernos de Sinaloa, ya sean municipales o estatales ha sido muy clara y ha estado marcada por nuestra independencia editorial.

 

Noroeste separa de manera muy clara el área comercial y el área editorial, si se trata de espacios publicitarios los gobiernos se dirigen al área comercial, si se trata de periodismo se acude con nuestros periodistas.

 

La invitación de un alcalde electo para hablar con los medios es una oportunidad que apreciamos porque nos permite dejar en claro que nos interesa que se transparente el gasto de los gobiernos en materia de espacios publicitarios.

 

Defendemos el derecho que tiene un funcionario elegido por el pueblo para elegir su estrategia de medios, pero exigimos que esa estrategia sea lo más transparente que se pueda.

 

 

 

Quienes quisieron mandaron ayer una señal de que también tienen “tropa”, fueron los diputados del PRI en la 63 Legislatura.

 

Un nutrido contingente de ganaderos acudió al recinto parlamentario para respaldar una iniciativa de Ley de Desarrollo Ganadero, suscrita por los ocho legisladores priistas.

 

Pero más allá del respaldo al documento, cuya aprobación quedará a voluntad de la mayoría de Morena, se quiso mandar un mensaje político.

 

Faustino Hernández Álvarez, por cierto, ex dirigente del sector, aleccionó a los asistentes a que se “portaran bien” dentro del pleno. A mostrar educación y buenos modales, les dijo.

 

Con ello quiso contrastar a las huestes de grupos promorenistas, que durante las primeras cuatro sesiones de la nueva Legislatura han ido a gritarles e insultarlos.

 

Así, decenas de hombres con sombreros ocuparon las curules y cumplieron a cabalidad la instrucción. 

Fue, la de ayer, la primera sesión en la que no hubo pleitos.

 

Sergio Jacobo, líder de la minoría tricolor, ya había advertido que ellos también tienen lo suyo. 

Todo parece que encontraron el “remedio” para evitar más ataques: mover a sus tropas. 

 

 

 

La comparecencia que dio pena ajena fue la de Rosario Robles frente a los diputados federales en el Congreso de la Unión. 

 

La Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano encaró a los diputados que la cuestionaron por las acusaciones en su contra por presuntos desvíos millonarios durante su paso por Sedesol y la Sedatu.

 

Los gritos en su contra, cuando desarrollaba su ponencia para negar las acusaciones en su contra, estuvieron a punto de hacerla perder en su contra.

 

En cada respuesta que daba a los diputados se contradecía y se molestaba cada vez que escuchaba burlas y gritos en su contra.

 

Al final terminó asegurando que las acusaciones de los diputados no eran otra cosa que “violencia política de género”, cuando varios de sus acusadores eran mujeres diputadas.