El SAT al rescate
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El miércoles pasado, los gobernadores de varios estados fueron convocados a una reunión en las oficinas de la Ciudad de México del Servicio de Administración Tributaria, entre los convocados se encontraba el Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel.
La anfitriona de la reunión fue, nada más y nada menos, que la directora del SAT, Raquel Buenrostro Sánchez, y los gobernadores fueron parte de pequeños grupos que estará recibiendo, hasta platicar con todos.
La funcionaria explicó a los gobernadores una estrategia que está implementando el Gobierno federal y que implica ordenar a todas las dependencias del País, incluyendo a las autónomas, todas aquellas que tienen adeudos con el SAT.
Si usted recordará, hace algunas semanas nos enteramos que numerosas empresas aceptaron pagar sus deudas con Hacienda, bueno, esas negociaciones fueron parte de la estrategia que implementó el SAT y ahora es el turno de los gobiernos.
Un país endeudado
Siguiendo con el tema del SAT y para que usted tenga una idea de la bronca que está intentando regular el Gobierno federal, hay que tener en cuenta que prácticamente todas las dependencias de gobierno, incluyendo gobiernos estatales, municipales, paraestatales, paramunicipales y universidades adeudan miles de millones de pesos al fisco.
Estas deudas se han ido acumulando con el tiempo y en las condiciones en las que se encuentra el País es prácticamente imposible que estas deudas se paguen, de ahí que el SAT esté intentando resolver deudas históricas.
Uno de los impuestos que más adeudan las entidades mexicanas es el famoso Impuesto Sobre la Renta, mejor conocido como el ISR. Este impuesto generalmente es retenido por los gobiernos locales y nunca se lo regresan a la federación, acumulando deudas que suman millones de pesos.
Los endeudados
Hace unos días, Noroeste dio a conocer que instituciones como el Isic adeuda 9.1 millones de pesos al SAT, en materia de impuestos, algo que no sería de mucha importancia si lo comparamos con los alrededor de 800 millones de pesos que adeuda la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Y si nos vamos a los municipios no hay uno que salga limpio, desde los grandotes como Culiacán, Mazatlán o Ahome hasta los más pequeños, todos mantienen adeudos con el SAT. Ahora, la buena noticia es que el SAT está armando un programa al que las instituciones de Gobierno y los gobiernos mismos podrán acogerse, pagando la deuda y recibiendo de regreso gran parte de esa cantidad.
La oportunidad es histórica y apunta que podría sanear completamente las finanzas de gobiernos y dependencias, pero habrá algunos municipios, sobre todo los más pequeños, que sufrirán para hacer frente a sus deudas.
El programa parece bueno, pero habrá que esperar a ver qué opinan nuestros políticos, nunca falta el ideático que no quiera pagar las deudas del pasado.
Los reprobados
¿En qué quedará el sainete armado por los diputados que reprobaron las cuentas de 17 de los 18 municipios de Sinaloa?, ¿de plano ninguna está bien?, ¿ni las de los morenistas que tiene mayoría en la cámara?
Resulta que los diputados han convertido la famosa revisión de las cuentas en una cuestión meramente mediática, ya que al final esa calificación reprobatoria nunca se traduce en denuncias ni sanciones reales. Es decir, los ciudadanos vemos el toma y daca de declaraciones, nos enteramos de la lista de irregularidades de diversos funcionarios, pero nunca sabemos en qué termina todo.
Cabe recordar que los diputados analizan las primeras observaciones de la Auditoría Superior del Estado y no las respuestas de los municipios, donde muchas de esas observaciones son resueltas, algo que nunca aclaran antes de reprobarlas o aprobarlas.
Otra cosa que no hacen los diputados es explicar que su comentario sobre las cuentas de los municipios no tiene, hasta ahora, ninguna repercusión, debido a que la Constitución local solo atribuye a la ASE los poderes para calificar las cuentas. Algo que precisamente busca ahora cambiar la Comisión de Fiscalización. Veremos si lo logran.
La cuenta de Rosario
Y si hablamos de las cuentas de los municipios reprobadas, resalta una cuenta que terminó en empate y que no ha sido dictaminada, la del Municipio de Rosario.
Bueno, este Centinela se dio a la tarea de investigar cuál es la razón de que solo las cuentas de un municipio no hayan sido reprobadas por los morenistas, que reprueban todas las cuentas que pasan por sus escritorios.
Y la razón se llama, Diputado Édgar González, representante del Partido de la Revolución Democrática.
Resulta que el Diputado González es uno de los suspirantes a la Alcaldía de Rosario, y como sus intereses están alineados con ese municipio ha cabildeado para evitar el bochorno de la reprobadera.
González, a su vez, se alinea con los morenistas en algunas decisiones en el Congreso y ahora ha buscado por todos los medios la manera de evitar que su municipio se vea afectado.
Se fue Espriú
El Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, renunció al gabinete del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y renunció cuando se vio con las manos vacías, sin poder para seguir al frente.
Desde que llegó al puesto todo fue cuesta abajo, la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, después le entregaron la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía a los militares y hasta el primer tramo de la construcción del Tren Maya se lo arrebataron de las manos.
Pero el golpe final en contra de Jiménez Espriú fue la decisión presidencial de entregarle el control de las aduanas marítimas y terrestres a las fuerzas armadas, dejando al ex funcionario sin nada que administrar.
En un último suspiro de decencia, Jiménez Espriú ha renunciado, la única salida digna que le quedaba y para la que ningún funcionario está preparado.
Esperemos que hoy, López Obrador no lo acribille en La Mañanera, que con 81 años de edad, el ex funcionario ya no aguanta más castigo.
Jiménez Espriú fue un incondicional del tabasqueño desde tiempos de la campaña, cuando la única gasolina era la fe y la lealtad, pero ya en el poder, la magia se pierde y la política termina por desmoronar hasta los sueños más bonitos.