Comienza el juego
10 julio 2018
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Los cambios en el gabinete del Gobierno del Estado obedecen a varios factores, el cambio en sí podría verse como uno más de las secuelas del “efecto AMLO”, ocurrido el 1 de julio, pero hay varios elementos que empujaron al Gobernador Quirino Ordaz Coppel a realizar el reacomodo.
Lo primero que hay que entender es que los cambios anuncian el inicio del juego por la sucesión por la Gubernatura, Ordaz Coppel comienza a reacomodar las piezas para mantener el control del juego.
El batacazo electoral despedazó al PRI como partido, pero también a la oposición, dejando como única referencia al Gobernador y del otro lado del tablero a Morena.
Los jugadores
La política es una campaña electoral permanente y la carrera por la sucesión comienza con dos jugadores principales, por un lado el candidato natural de Morena es el Senador electo Rubén Rocha Moya, es el político triunfador de mayor rango y el más cercano al poder Presidencial.
Del otro lado no hay contendiente, por ahora. Algunos podrían decir que Mario Zamora debería de ser el candidato natural por haberse colado al Senado, pero no lo hizo de la manera correcta.
Entró de rebote, además no gustaron sus formas en campaña. Demasiada soberbia, incapaz de controlar su carácter, todo, menos un político de altura.
Sin embargo, como en política no hay vacíos, los vacíos de la derrota los llena Quirino Ordaz Coppel, la única fuente de poder actual a la que pueden recurrir hoy los priistas.
Operación rescate
En la lógica de la lucha por la sucesión el PRI arranca con desventaja, con sus principales figuras derrotadas en el proceso electoral, de ahí la necesidad del Gobernador de reconstruir su partido y de fortalecer los liderazgos municipales.
Por un lado rescata a Jesús Valdés Palazuelos, el ex Alcalde de Culiacán, para convertirlo en el Secretario de Agricultura, y de paso oxigenar su carrera política.
Para reconstruir el priismo en Ahome, rescata a Álvaro Ruelas Echave y lo destina a Desarrollo Sustentable.
Los cambios también atienden a la necesidad de Quirino Ordaz Coppel de reforzar su gabinete con políticos de carrera, una carencia que arrastra debido a que la mayor parte de su equipo está conformada por empresarios.
La salida de Alfredo Román Messina, ex titular de Salud, atiende a otras razones, el médico mazatleco había solicitado varias veces su salida, harto de navegar en un sector destruido por su antecesor.
Messina cumplió con la encomienda de limpiar el cochinero que le dejaron, pero de eso a que dedique su vida al “servicio” hay mucho trecho.
Donde, al parecer, pararon en seco a los diputados que querían volver a sus curules fue en el Partido Sinaloense.
Y es que tras la inesperada derrota en los comicios del domingo 1 de julio, casi 30 legisladores propietarios buscaron regresar por sus curules... y sus dietas de 180 mil pesos.
Hasta ayer sumaban 16 los legisladores del PRI y PAN que se tragaron el orgullo y regresaron por sus últimos tres cheques.
Quien empezó el mismo caminito fue la pasista Soila Maribel Gaxiola Camacho, quien llegó por la vía “pluri”, pero se la jugó por un distrito local en Culiacán, con el resultado adverso por todos conocidos.
Tan avanzado estaba el trámite de reincorporación que su suplente, Felícitas Parra Elizalde, se despidió en la sesión del jueves de sus compañeros y de la prensa.
La acción de los diputados, a la cual tienen todo el derecho, generó sin embargo una oleada de críticas y reproches ciudadanos a lo largo y ancho de la entidad.
En el caso del PAS, además, hay antecedentes de rechazo a esta práctica.
Incluso su líder, Héctor Melesio Cuén Ojeda, ha marcado la directriz de no regresar a las curules, cuando ya te separaste de éstas. A este rechazo se sumó otro liderazgo pasista, Víctor Antonio Corrales Burgueño, quien no ve correcto, ético, volver cuando ya te fuiste.
Quizá todos estos elementos pesaron para que el lunes a media mañana Soila retirara su petición de reincorporación a la 62 Legislatura, sacando el tema del orden del día.
Y, la más feliz, con esta decisión, ya sabe usted quién fue: su suplente, Parra Elizalde, una ex lideresa panista que no ha hecho mal papel durante su breve paso por la Cámara.
Bullying al extremo
Una sesión negra vivieron ayer los legisladores derrotados en las urnas y que retomaron su curul después de la derrota, ahora fueron los maestros los que se presentaron en el Congreso a mofarse de ellos.
No sólo se burlaron de los legisladores cantándoles Las golondrinas también los insultaron con una serie de improperios de “rateros”, “parásitos”, “corruptos”, y de “inútiles” no los bajaron.
Los insultos fueron dirigidos a todos los legisladores, pero con una clara dedicatoria para los diputados del PRI, y en particular para Tomás Amador Carrasco y Silvino Zavala Araujo.
Incluso a Amador le gritaron “Tomás Amador, eres un perdedor”.
Fue tanto el bullying, que un compañero de Amador buscó una curul más lejecitos para no verse salpicado.