Simplemente amigos
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Ahora Quirino Ordaz Coppel negó su amistad con Juan José Ríos Estavillo.
A pregunta expresa de si el ex ombudsman de Sinaloa, hoy uno de los tres que el Gobernador propone al Congreso para Fiscal General, respondió con un rotundo no.
Aunque luego intentó corregir y se contradijo.
“No es mi amigo”, contestó.
Pero cuando se le preguntó si había sido su compañero de habitación en tiempos de estudiantes, quiso corregir pero tropezó.
“Lo conozco a él, efectivamente, pero mi relación, no somos amigos, o sea, nos conocemos. Si ustedes ven y revisan, él ha sido presidente de la Comisión de Derechos Humanos, ahí está su hoja de vida”.
Quienes los conocen saben que Estavillo y Ordaz Coppel son cuatachos.
Cuando se ven se abrazan efusivamente y expiran ese cariño de camaradas. No tiene nada de malo, es de compas quererse.
El problema es cuando hay un conflicto de intereses.
El Gobernador pudo responder “Sí, somos amigos, pero el doctor Ríos Estavillo tiene su trayectoria propia y méritos suficientes, como las otras dos personas que conforman la terna, para ser Fiscal”.
Y ya, ni quién lo saque de ahí.
Pero como ya nos dimos cuenta, al señor Gobernador no se le da la expresión oral.
¿A ver qué deciden los diputados esta semana?
¿Sí será Estavillo el nuevo Fiscal?
Por ese camino apunta toda la cargada.
Tarde, tarde, tarde
Balazos, psicosis, muerte, incertidumbre en el corazón agrícola..., todo pasó y el Gobierno de Sinaloa no reacciona.
Apenas ayer, el Secretario de Seguridad Pública, Genaro Robles Casillas, recorrió Villa Juárez, junto con el Alcalde de Navolato, Rigoberto Valenzuela Medina, para revisar dónde ponen una caseta permanente de vigilancia.
Nos negamos a aceptar como normal que un gobierno inicie una estrategia de seguridad sin diagnóstico alguno del lugar.
Por ejemplo, ¿qué idea o información tenía Robles Casillas sobre Sinaloa? ¿Llegó así, en blanco?
Su capacidad, ya no para prevenir, sino para reaccionar, deja mucho que desear.
Lo lógico sería que desde el día siguiente del primer enfrentamiento en Villa Juárez, la presencia del Estado fuera notoria, para inhibir a la delincuencia organizada de inmediato.
Pero no: ya secuestraron un camión de transporte, ya matan más gente, ya cambian la sede de un evento internacional, ya los agricultores expresan su temor.
¿Mejorarán las cosas si establecemos que por cada persona asesinada en Sinaloa se le quiten mil pesos del salario del Secretario de Seguridad Pública?
¿Y otros mil pesos al Procurador, Marco Antonio Higuera, por cada homicidio sin resolver?
El año pasado solo el 12 por ciento del total de los delitos cometidos fueron resueltos, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad México 2016.
Salud, el gran reto
Dicen que la salud de un país es el resultado de la salud de sus habitantes.
Si la fórmula es válida tenemos un gran problema: solo una pequeña porción de los mexicanos tienen acceso a servicios médicos de calidad, el resto muere haciendo filas o esperando a que el medicamento que necesita llegue a las farmacias de su clínica.
El problema es nacional, estatal y municipal, y es de todo el País, con mayor o menor medida en cada región.
El asunto es que Sinaloa es de los peores atendidos.
La salud en México se ha convertido en un enorme negocio de unos cuantos: los funcionarios que la dirigen, los sindicatos que la “ordeñan” y la mafia que medra alrededor de sus millonarios presupuestos.
No hay espacio de salubridad que se salve, el IMSS tiene años sufriendo una sangría devastadora, pero a este organismo atacado por el cáncer de la corrupción se le ha sumado el ISSSTE, una institución cuyos derechohabientes miraban con compasión a sus vecinos inscritos en el IMSS.
Ahora todos sufren el mismo mal, incluso las clínicas y hospitales municipales, la corrupción ha tomado la totalidad de los centros de salud del País, y la mafia y las mañas están tan arraigadas en el sistema que se va a necesitar una revolución para limpiarlas.
Los pasillos del poder dicen que el Secretario de Salud, Alfredo Román Messina, ya se dio cuenta que más fácil bombardear el sistema de salud sinaloense y volver a comenzar de cero, que arreglarlo.
Lo señalan como el próximo en aventar la toalla.
Por la grande
Los aspirantes a la grande cada vez agarran más vuelo, ayer la que se presentó en Estados Unidos con la intención de reunirse con migrantes mexicanos fue Margarita Zavala, la suspirante panista.
La idea no es mala, pero tampoco es original, el primero que aprovechó el descontento y temor por la llegada de Donald Trump fue el líder, fundador y único dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, “El Peje”.
Los priistas, todavía sin candidato a la vista se tuvieron que contentar con la promesa de Enrique Peña Nieto de que volverán a ganar en el 2018, un mensaje que sonó a mal chiste.