Ni un minuto de silencio
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Los gritos de ¡justicia!, ¡justicia! y de ¡Javier Valdez vive! se hicieron escuchar por periodistas que en una sola voz gritaron ¡ya basta!
Los comunicadores salieron a las calles, realizaron una manifestación en el lugar donde fue asesinado Javier Valdez; posteriormente, realizaron una marcha y se plantaron en el Palacio de Gobierno en Culiacán; ahí exigieron que se investigue y se dé con los responsables del crimen.
El festejo del “Día de la Libertad de Expresión” se convirtió en un grito de condena ante el baño de sangre en el que está inmerso Sinaloa y el País.
No nos van a callar, no pedimos más, solo justicia, advirtieron los comunicadores.
Gobernador sin discurso
A Quirino Ordaz Coppel se le acabó el discurso.
El Gobernador quiere insistir en que su administración está trabajando muy duro para disminuir la violencia, pero los resultados no le ayudan mucho.
Apenas en cinco meses se registraron 717 asesinatos, algo que es inadmisible desde cualquier ángulo que se quiera ver.
Insistió en distintas entrevistas que el asunto de la violencia era mera percepción, algo que también se maneja desde los altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Ayer, acorralado, cambió esa parte de su discurso, pues dijo que ya no era percepción, sino una situación que es histórica.
Lo que nos quiso decir Ordaz Coppel es que esto de que maten gente ya es normal, y desde siempre.
Solo que se le escapa algo, esa situación de la que habla comenzó, sí, desde 2008 y su deber es que no se vuelva a repetir.
La impunidad ha alcanzado límites que son inadmisibles.
Según el Índice Global de Impunidad en México, el estado de Sinaloa alcanzó en 2016 el 88 por ciento de impunidad.
Podemos irnos años atrás y encontraremos que hay cifras similares, siempre arriba del 80 por ciento.
Lo que sí podemos creerle es que estamos viviendo una situación en que el Poder Ejecutivo de Sinaloa ha sido incapaz de gobernar como se debe.
El reto es muy importante y Ordaz Coppel no ha sabido cómo manejarlo.
Día del Policía, nada qué festejar
Así como ayer fue un pésimo día para pensar en festejar periodistas o reporteros, hoy no parece ser uno mejor para que los agentes de las fuerzas del orden vivan su Día del Policía.
La Policía Municipal sinaloense amanece desmantelada, con un déficit importante de elementos, y los que quedan en evidente descuido físico, sin el adiestramiento necesario, sin armamento y equipo adecuado y sin unidades en qué realizar sus labores de prevención.
Lo peor es que además arrastran una severa crisis de desconfianza de la ciudadanía.
Esto no es nada nuevo; es como si una enfermedad crónica hubiera contagiado a nuestras fuerzas del orden, pero en mucho son responsable los tres niveles de gobierno.
Alguien ve a un policía municipal y se hace la pregunta: ¿cuándo fue la última vez que jaló el gatillo en defensa de la ciudadanía? ¿Cuándo ganó una batalla al miedo por el orden? ¿Cuándo decidió enfocar su vocación en solo esperar la quincena?
Por si fuera poco, la actitud de los alcaldes y el Gobernador Quirino Ordaz Coppel no promete cambios a corto plazo.
Dirán que no tenemos lado, que criticar la compra de patrullas no será suficiente, pero basta con señalarles que sería muy bueno para el espíritu del municipio y el estado que por lo menos buscarán a los culpables de desvalijar las corporaciones en los años anteriores.
Ese no es tema de narco, eso seguramente sí lo pueden investigar y no necesitan decenas de personas ni meses en realizarlo, y claro, hay que meter a la cárcel a los culpables.
¿Es mucho pedir para nuestros policías?
Final feliz
El escándalo de la tala de árboles en el Centro Histórico de Mazatlán tuvo un final feliz, pero para el Alcalde Fernando Pucheta Sánchez y las constructoras.
Después de la renuncia de la directora de Ecología, que se negó a prestarse a los intereses de los constructores, el Alcalde solucionó el problema a su manera, le aceptó la renuncia y en menos que canta un gallo la sustituyó por una amiga de él, la empresaria Patricia Peraza.
No le importó que el puesto exija a un especialista en Medio Ambiente y no una dirigente de comerciantes de la Zona Dorada.
Su mérito es ser priista, amiga del Alcalde, y Diputada local suplente de Elsy López Montoya, la dirigente del Comité Directivo local de ese partido.
También hay que decir que Patricia Peraza es cercana al Gobernador Quirino Ordaz Coppel, otro punto a favor. No hay duda de la “cuota política”.
Tal parece que el Alcalde lo que menos valoró fue su perfil. Esta vez, como en muchos casos, pesó el compadrazgo.
En fin, lo que menos importa es la ecología, Peraza lo primero que reconoció es que no conoce el proyecto de remodelación y si alguien le pregunta por el medio ambiente, seguramente también reconocerá que no se lo han presentado.