Iniciativa de Rocha
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El Senador Rubén Rocha Moya presentó la esperada iniciativa de reforma de la Ley General de Educación Superior.
La presentación fue muy cuidada, se dijeron todas las cosas con suma precaución, se pasó de puntitas por la famosa autonomía y se prometieron todas las cosas buenas que se deben de prometer cuando se habla del futuro de las universidades mexicanas.
Se alabó la participación de las principales universidades públicas en el diseño de la iniciativa y se dejó muy claro que solo ellas pueden decidir las cosas importantes que solo les competen a ellas.
Pero nadie pudo evitar sentir los numerosos “elefantes en el cuarto”, esos temas que nadie quiere pronunciar, pero en los que todos están pensando. El principal de ellos, la terrible opacidad de las cuentas de las universidades.
Pero también está el tema de la inseguridad en los planteles, debido a que la autonomía no permite la entrada de las fuerzas del orden.
Para que el lector tenga una idea del tamaño del problema, basta decir que algunas universidades se han convertido en tierra de nadie donde el narcotráfico campea, debido a que las autoridades policiacas no pueden entrar las universidades.
Por supuesto hay sectores completos de las universidades tomados por seudoestudiantes, inseguridad y todo tipo de delitos que nadie puede o quiere enfrentar.
La iniciativa todavía está en un estado primitivo, pero esperamos que durante la discusión se refuerce y termine mejorada antes de su aprobación.
Está de más decir, que si se consigue una buena reforma, los bonos de Rocha Moya subirán hasta el cielo.
Mostrar el cobre
Hay declaraciones que “desnudan” la verdadera personalidad de un funcionario público, no se le puede llamar “dislates lingüísticos”, ni “resbalones”.
Y tampoco se les puede llamar “desafortunadas declaraciones” a los dichos de la Procuradora de los Niños, Niñas y Adolescentes del Sistema DIF municipal, Liliana Pimentel Villalobos, quien llamó “niñas ingobernables”, “de las que ‘ahorita vengo, ya me voy’” a las dos adolescentes que fueron asesinadas y cuyos cuerpos calcinados fueron encontrados la semana pasada.
La funcionaria no sólo mostró total insensibilidad ante un hecho tan doloroso como el doble feminicidio, sino que también dejó en situación de vulnerabilidad a la familia de las jóvenes, porque dio información que es parte de la carpeta de investigación de la Fiscalía General del Estado.
Y aún más, de acuerdo a las declaraciones que fueron expuestas por todos los medios, la procuradora mostró una postura de homofobia y estigmatización de las personas LGBT+.
Ha sido tal la indignación que hoy diferentes colectivos realizaron una manifestación por la tarde en el Ayuntamiento para exigir su destitución.
Ahora hay que ver qué dicen sus jefes.
La revictimización
El culpar a las víctimas en Sinaloa de los crímenes en los que se ven involucrados es un hecho que sigue replicándose en el 2020, esta semana Francisca Abelló Jordá y Yeraldine Bonilla Valverde llamaron a los medios para pedir a la ciudadanía que denuncien.
Resulta que las jóvenes de 14 y 16 años de edad asesinadas y calcinadas en Culiacán no tenían reporte de desaparecidas ante la Fiscalía, pero en lugar de culpar a la familia por no haber acudido a hacer esta acción con las autoridades, debieron pensar en la poca confianza generada por las mismas a la ciudadanía.
Así que a la otra lejos de exponer lo que hicieron o no las familias, hay que pedir justicia integral que genera la confianza para denunciar con la certidumbre de que se pueda resolver el delito en cuestión.
La rebelión
Ayer, Jorge Zepeda Patterson publicó en el diario El País una columna titulada “La otra rebelión de la granja”.
Zepeda Patterson escribe para Noroeste y otros diarios mexicanos una columna a la semana, y otra diferente para el diario El País. En esta ocasión les comentamos lo que escribió para el diario español, debido a la imposibilidad de publicarla en este diario.
En su columna, el mazatleco establece que la llegada al poder del Gobierno de la 4T evitó, a su juicio, la posibilidad de un estallido social de las clases populares, olvidadas durante las últimas décadas.
Para el columnista, la apuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador es parecida a la de Carlos Salinas de Gortari, pero en sentido inverso.
Mientras Salinas de Gortari traspasó enormes recursos a la clase media y alta del País, para desarrollar la economía, AMLO lo está haciendo redirigiendo los recursos a las clases populares.
La idea no era mala, asegura Zepeda Patterson, al reforzar la capacidad de consumo de millones de mexicanos pobres, la economía se revitalizará, inevitablemente.
Sin embargo, la pandemia ha terminado con pulverizar la estrategia del Presidente, condenando a pasar un sexenio intentando, apenas regresar la economía al estado en que la encontró en 2018.
Y lo peor de todo es que la 4T podría enfrentar el enojo de las clases medias y altas, al sentirse despreciadas por un Presidente concentrado en las clases populares.
La toma
Es cierto que hay mala leche entre los colectivos feministas que mantienen tomada la oficina de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la Ciudad de México.
Es cierto que muchas de las manifestantes ni siquiera pertenecen a los grupos que personas que inicialmente protestaron exigiendo justicia.
Pero finalmente lo que no podemos dejar de lado es las razones por las que se llegó a tal estado de las cosas.
Ni el Presidente ni los diputados federales pueden exigir nada a las madres involucradas en la toma, en todo caso debería de implementar una administración expedita de la justicia reclamada, será entonces cuando podrán exigir al bloque de manifestantes que permitan un diálogo para resolver la toma de las instalaciones.
Si continúan pidiendo lo que no pueden dar seguirán siendo vulnerables a la crítica ciudadana y podrían perder otros edificios.