Frente opositor, sin entusiasmo
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El jueves 14 de septiembre, la 62 Legislatura dará el banderazo de inicio del proceso electoral 2017-2018.
Y a partir de esa fecha toda la agenda pública de Sinaloa estará salpicada, inevitablemente, por el tema político.
Por lo pronto empiezan a asomarse las primeras definiciones, tomadas desde el centro del país.
Una de éstas tiene que ver con la conformación del frente amplio opositor, que conformarán el Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano.
Llama la atención que el anuncio de esta coalición de fuerzas en el plano local, la semana pasada, no haya generado el ruido ni levantado expectativas en el mundillo local, como lo hizo a nivel nacional.
En cambio, noticias como la incorporación de Rubén Rocha Moya al proyecto de Andrés Manuel López Obrador, e incluso, el “destape” del joven empresario mueblero Héctor Orrantia Coppel, “alborataron” a amplios segmentos de la opinión pública. En uno y otro caso, imperó el factor sorpresa.
En contraparte, el anuncio conjunto de los dirigentes del frente opositor vino acompañado del escepticismo y de las dudas sobre cuán competitivo puede ser esta unión de fuerzas.
Sin duda el fantasma de “Malova” seguirá rondando en las filas del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, y pesando en el ánimo de los electores.
A diferencia del plano nacional, donde hay cierta dosis de expectativa, pues por primera vez fuerzas antagónicas van juntas en pos de la Presidencia.
Gran reto para los azules, amarillos y naranjas sinaloenses, que ya nos recetaron en 2010 una fórmula que sólo decepcionó a cientos de miles de sinaloenses, dejándonos con el sabor a fraude ciudadano.
A ver si ahora sí, como prometieron en su anuncio, nos sorprenden con rostros y figuras frescas, ciudadanas, y no con los militantes reciclados y cartuchos quemados, que engrosan las filas de estos partidos.
En la definición de las “pluris” se sabrá si en realidad este frente opositor estará del lado de los ciudadanos.
O es puro bla bla bla.
Alianza con
el pasado
Sobre una posible alianza entre el PRI y el PAS, Carlos Gandarilla lo dijo así, como si nada.
“Toda la oferta política que venga a fortalecer la posibilidad de un triunfo electoral será tomada en cuenta en su momento.”
Y si se trata de valorar quién “fortalece” la posición del PRI en 2018, pues el único, el único, es el PAS: tiene estructura, dinero y trecho andado.
Y sobre todo, un líder ambicioso como pocos.
Pero ojo, no es la alianza en sí misma lo que preocupa. Sino lo que enseña.
Enseña que el discurso quirinista de romper con el pasado es una mentira.
La promesa de un gobierno diferente se ha venido cayendo golpe a golpe: el aumento al ISN, la aprobación de las cuentas públicas del sexenio pasado, la reforma al 37, el pacto de impunidad con los corruptos malovistas...
Y si todavía tenía dudas, esa alianza lo confirmaría: ¿Qué no es Melesio Cuén lo mismo que Gerardo Vargas Landeros? ¿Que no fueron el PAS, junto con el PAN y ¡ah, también Vargas!, quienes abrieron la puerta a Lucero Sánchez?
En fin, la alianza enseña que el PRI de Sinaloa no se siente fuerte para 2018 a pesar de haberlo ganado todo en 2016.
Por eso necesitan la limitada cuota pasista. Que no alcanza por sí sola, pero que ah como ayudaría. Así de urgidos los tricolores.
¡Qué no le digan, que no le cuenten! Hay pragmatismo electoral, pero también muuuucho compromiso con el pasado.
La UAS, donde
reina la opacidad
Ayer, la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública informó que 42 de 97 sujetos obligados están reprobados en transparencia por no cumplir con la publicación de la información mínima de oficio, es decir, aquella que a fuerza de ley deben publicar en sus sitios.
Los organismos más opacos son los autónomos, y sí, la bendita Universidad Autónoma de Sinaloa no es la excepción.
Nuestra máxima casa de estudios tiene una calificación de 33.76 por ciento; entre los organismos autónomos es el segundo más bajo, sólo superado por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, y nada más porque no tiene ni página de internet, que si no...
Y no sólo eso, El Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa tiene un 0 de calificación… ¡Un cero! No hay donde, los pensionados, jubilados y trabajadores activos de la UAS puedan ver a dónde se van sus aportaciones ni qué ha sido de ellas.
Y uno pensaría, “bueno, a lo mejor no tienen la información disponible, pero se gastan bien el dinero”, pues no, la última revisión de la Auditoría Superior del Estado evidenció que la UAS presentó daño a la Hacienda Pública Federal por más de mil 500 millones de pesos.
Así que ustedes saquen sus conclusiones, qué tanto podríamos ver si nos presentan toda su información financiera… ¿o qué tanto no quieren que se conozca?