Dejan a la deriva al PRI mazatleco

La ex Diputada local, Elsy López Montoya y Martín Ochoa, cercano al ex Presidente municipal, Fernando Pucheta, tomaron las riendas del PRI Mazatlán en mayo del año pasado. 

Se cansaron de prometer que sacarían adelante al partido con triunfos electorales, que sumarían afiliados y multiplicarían los apoyos internos y externos. Sin embargo, la realidad que vive el partido es otra. 

Antes de julio pasado, Elsy dejó su puesto en el partido para buscar la reelección como diputada, pero perdió. 

En su lugar quedó Martín Ochoa, pero éste se fue diluyendo mientras Pucheta perdía fuelle. 

Así poco a poco el partido se apagó y tras la derrota apabullante en las urnas, el Comité Directivo Municipal se fue quedando solo.  

Ahora resulta que Ochoa también lo deja, sí, el amigo del ex Alcalde prefirió irse a lo seguro y desde inicios de mes es el nuevo Recaudador de Rentas en la zona sur, en lugar del eterno Melesio Gaxiola.

¿Y el partido?, ah pues el Comité local quedó en manos de Benjamín Villela, tercero al mando en el organigrama interno. Así que el ex Regidor, que pasó sin pena ni gloria por Cabildo, tiene las riendas del PRI mazatleco. 

Y los que aseguraron que llevarían al comité a las nubes ya ni se acuerdan. 

Elsy López está concentrada en su fundación, ayudando a cuanto ciudadano se lo pide porque quiere mantenerse a flote en la política, y Martín Ochoa ya tiene chamba segura en el Gobierno de Quirino.

¿Y el partido?

 

Y quienes por cierto ya dieron muestra de unidad fueron los priistas, quienes anunciaron una dirigencia provisional en el PRI estatal y nombraron a José Manuel Cervantes Castro como dirigente estatal y a Adelaida Ayón Lares como Secretaria General.

Ellos tendrán que sacar adelante el proceso interno para elegir a quien lleve las riendas en forma del tricolor.

Y ya instalado como dirigente provisional, Cervantes Castro dijo que buscarán tener un proceso transparente sin candados y donde cualquier cuadro priista, que cumpla los requisitos, pueda participar.

El problema es que después de prometer piso parejo soltó varios nombres que suenan para dirigir los destinos del tricolor, lo que sonó a línea.

Nombró a Aarón Rivas Loaiza, Joel Bouciéguez, Irma Tirado y Antonio Castañeda Verduzco, la mayoría personajes cercanos al Gobernador Quirino Ordaz Coppel.

Lo que menos le conviene al tricolor es un proceso de desgaste, y como dijo el “Chapulin Colorado”, ya lo dice el viejo y reconocido refrán: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.

 

La elección interna del Partido Acción Nacional no entusiasmó ni a sus militantes, ya que sólo cuatro de cada 10 acudieron a las urnas a elegir al nuevo dirigente nacional.

Y es que en Acción Nacional algo sigue “chueco”, la unidad se encuentra rota.

De los cerca de 9 mil panistas militantes en Sinaloa, menos de 4 mil salieron a las urnas a ejercer su voto, es decir, solo el 40 por ciento del padrón, malo malo, si en cifras optimistas el partido se esperaba una participación del 55 por ciento, ternuritas.

A nivel nacional, la renuncia de Felipe Calderón al PAN cimbró al partido y que ni digan que no les hace falta, bueno de hecho ya dijeron que si les hace falta. 

Si un militante se va y además se lleva a sus seguidores y a los de su esposa y además tiene entre ojos formar otro partido, pues sí es para que se preocupen. 

Aunque no sabemos si al ex Presidente de México le alcanzará para dirigir un nuevo partido, sobre todo después de la tristemente célebre y cruenta guerra contra el narco, la cual aún estamos sufriendo.

Y a nivel estatal anunció su salida del partido, Alejandro Osuna Millán, el primero en anunciar que se va, y de paso aseguró que no será el último.

El ex candidato a la Alcaldía de Concordia, hermano del ex Gobernador de Baja California, Guadalupe Osuna Millán, dijo que la elección del domingo 11 fue el último intento por recuperar la filosofía y doctrina que nutrieron a Acción Nacional.

Parece que el panismo no aprendió la lección.

 

Pocas veces se ha visto enojado al Gobernador Quirino Ordaz Coppel, si acaso suelta alguna majadería al estilo sinaloense, pero generalmente anda sonriente.

Pero ayer no lo calentaba ni el sol y todo porque la API anunció que siempre no se hará el dragado y modernización del Canal de Navegación del puerto de carga de Mazatlán. 

Ordaz Coppel ha hecho una religión del “como sí”, así que si alguien le vine con un “como no”, la cosa se pone fea.

La modernización del puerto de Mazatlán era la gran obra que cerraría la administración del Mandatario y que le digan que no se puede no le sentó nada bien.

Los que mandan en la API argumentan cuestiones técnicas, demográficas y de dinero, pero Ordaz Coppel lo ve como pretextos para no hacerlo, así que el tema parece que tendrá “gasolina” para rato.