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En otras palabras, si las personas sienten que mejora su situación social-económica o su sentido de identidad con relación a donde pertenecen, su percepción de estabilidad y felicidad mejorará.

Al tomar en cuenta este principio, ¿que puede decirse del arranque del Gobernador Quirino Ordaz Coppel?

¿Cómo hace sentir a los sinaloenses su trabajo en el primer año de su gobierno?

 

El Primer Informe de Quirino Ordaz Coppel no se distingue del resto de los ex gobernadores.

Lluvias de cifras que intentan vender la idea de que estamos mejor que antes. Y es de todos sabido, que en cierto sentido, esto no es así.

No negamos que en lo económico haya avances, pero Sinaloa sigue siendo una entidad de media tabla, mediocre, como lo ha sido por décadas.

Ya lo observa el doctor Rafael Figueroa Elenes, director de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UAS.

Mientras el PIB de los estados de Aguascalientes y Baja California Sur siguen como líderes en crecimiento económico, con porcentajes de 8.8 y 7 por ciento, respectivamente, en primer trimestre, Sinaloa creció en el mismo periodo apenas un 1.1 por ciento, y de abril a mayo un 1.06 por ciento, en relación con los mismos periodos del año 2016.

Y observa que en las actividades primarias y secundarias hemos caído. 

El sector comercio y servicios mejoró gracias a la afluencia turística.

Entonces, ni qué esperar que los sinaloenses se sientan más prósperos por el lado de la economía.

 

Y ni qué decir del orgullo. El orgullo sinaloense sigue mancillado. 

Seguramente buena parte de la población vive un estrés constante por la cercanía del crimen. 

Ya sea como víctima o como vecino, los que vivimos en esta entidad tenemos a los criminales cerca, muy cerca.

El dolor no para. Y ahora están matando a nuestros hijos. 

Adolescentes y niños caen frecuentemente en las calles asesinados por las mentes enfermas que dominan las calles en impunidad.

Esto por lo menos ya provocó la primera protesta de estudiantes que gritaron “no queremos que nos maten”.

Salir de noche a un bar, pasear en bicicleta o tener sólo cinco años de edad, no debe ser algo por lo que se tema ser asesinado.

Y a eso, Quirino le da la espalda en su informe de arranque de gobierno.

 

El Alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta Sánchez, anunció este fin de semana que gracias a su “buena gestión pública” se hizo acreedor a un premio nacional que le entregarán... ¡otros alcaldes priistas! 

El organismo es la Federación Nacional de Municipios de México, cuya directiva es encabezada por Omar Fayad, Gobernador priista de Hidalgo; el Alcalde de Hermosillo, Manuel Acosta; y como presidente del Consejo de Honor el ex Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila. 

Dicho esto, todo queda entre “cuates”, pues no se trata de un organismo de la sociedad civil enfocado a la revisión de las buenas gestiones de los ayuntamientos en el País. 

¿Tiene algún mérito el galardón? De entrada, la mayoría de las obras que se ejecutan en Mazatlán son con una inversión del ámbito estatal, lo que el mismo Pucheta no se cansa de alabar cada que puede y donde aprovecha para presumir la oriundez del Gobernador Quirino Ordaz Coppel. 

En el otro frente, en el de los gobernados, hay una sensación de que éste es un gobierno de “desparpajo” que responde a las vísceras y no a las demandas de los ciudadanos, pues el principal problema que aqueja a los mazatlecos es la inseguridad, y en las últimas dos semanas se ha encarnizado con el tema de los feminicidios. 

¿Están enterados los mandatarios del jurado lo que está pasando en Mazatlán?

Bastaría con que alguien siente a los miembros del jurado y los ponga a ver los videos y a escuchar los audios de la meteórica carrera de Pucheta, más de uno saldría corriendo. 

 

Apenas las libera el Gobierno del Estado y le sigue Jumapam. Un ejemplo claro es la calle Benito Juárez, que hasta hace un par de días fue abierta a la circulación vial, pero ¡Oh, sorpresa! los conductores se encontraron con que la Jumapam empezó trabajos de rehabilitación de drenaje de la Benito Juárez, a partir de Melchor Ocampo a Genaro Estrada.

Esto se pudo haber hecho a la par de los trabajos de embellecimiento que mantuvieron cerrada a la calle Benito Juárez por casi un mes, pero no, esperaron a que terminaran para volver a cerrarla.

La coordinación no es algo que pueda presumir la actual Administración que encabeza Fernando Pucheta Sánchez, porque desde que iniciaron los trabajos en el Centro Histórico se han tomado malas decisiones que han afectado a transeúntes, conductores y los propios vecinos del Centro de la Ciudad.