A quitarles el negocio

Dicen que en Vialidad y Transportes se pusieron duros contra los monopolios del transporte público de Sinaloa. 

Los “peces gordos” ya están sintiendo que el negocio se les va de las manos, ahora con la entrada de la nueva Ley del Transporte en Sinaloa. 

De entrada, particulares que construyan podrán mover sus materiales en sus unidades y no estarán sujetos a las organizaciones transportistas, que acaparaban y controlaban los precios de los fletes. 

Con la nueva ley el negocio se les acaba y como gatos “panza arriba” sacan las uñas para agarrarse de donde pueden. 

Los que le saben a la movida dicen que el negocios de las concesiones es de unos 150 millones de pesos al año, concesiones que, no lo va a creer usted, mi estimado lector, controlaban los mismos líderes transportistas. 

Algo así como en los buenos tiempos del Magisterio y las plazas.

 

 

 

El 1 de septiembre Mazatlán tendrá de nueva cuenta al Presidente Enrique Peña Nieto, esta vez para arrancar la construcción del Hospital General de Mazatlán, a un costado del Centro de Usos Múltiples. 

Sin embargo, a poco menos de una quincena para el evento, aún no se ha hecho público el fallo que determinó a la constructora ganadora. 

De inicio, una obra buena queda bajo el manto de la sospecha. 

¿Qué la administración de Quirino no se ha dado cuenta del reproche ciudadano por la falta de transparencia de la administración malovista? 

¿Por qué insisten en iniciar obras que se desconoce el método bajo el que fueron asignadas? 

Si el Gobierno estatal va en serio contra la corrupción y la impunidad debe empezar por ser lo más transparente posible en los procesos de obra pública.

 

 

 

En las colonias del puerto los robos están a la orden del día, a decir de muchos vecinos. Y estos robos son a plena luz del día, incluso, cuando hay más vigilancia policiaca. 

¿Qué raro, no? Eso es lo que dicen allá por Urías y en la Flores Magón. 

Que los patrulleros sí recorren, pero que cuando se requieren, nomás no pintan...

 

 

 

Pensamos, de verdad, que la Fiscalía General del Estado no sería sólo el cambio de nombre, sino de estrategias, modos y costumbres para la procuración de justicia en Sinaloa.

Eso lo decimos al ver que hay un choque entre los dichos de los titulares del organismo y la realidad que se observa desde un solo delito: los feminicidios.

Haciendo cuentas, la impunidad sigue siendo la misma que se tenía en la administración anterior, pero con un discurso diferente, pues ellos dicen que van mejorando los indicadores, los que se fueron mejor se quedaban callados.

Siendo francos, no sabemos qué es peor, pues todo termina por caer igual, con simulación.

Algo similar sucede con el robo de vehículo, que aseguran tener el doble de recuperación, pero no se tientan para decir que también tienen el doble de casos, o sea, que van igual.

Para disminuir todo esto, la Fiscalía General está haciendo unidades especiales de investigación, así que no seremos tan inquisitivos, pues también creemos que valdrá la pena seguir haciendo análisis de los números que presentan.

 

 

 

¿Alguien ha visto al ex Alcalde de Culiacán, Sergio Torres Félix?

Díganle que acá lo andan buscando para que regrese... ¡lo que se llevó!

Así mero. Tan sólo en las obras de remodelación de la Avenida Álvaro Obregón, previas a la implementación del Par Vial, él en complicidad con la empresa constructora, aumentaron el costo de la obra, días después del fallo.

Es decir, la competencia ya se había realizado, y se supone que la empresa Ingeniería de Negocios Sostenibles ganó porque dio el mejor precio. 

Pero una vez que el Municipio le dio el gane, le subieron el precio casi 17 por ciento.

O sea, al final no resultó la de mejor precio. Salió 12 millones de pesos más. ¡Ándele!

Huele a moche. A negocios con dinero público.

Esto lo dieron a conocer ayer las organizaciones civiles Iniciativa Sinaloa y Mi-UAS, que se abocaron a investigar a fondo el tema.

Ahora se entiende porqué de la nada y a fuerzas nos impusieron el Par Vial. 

 

 

Entre otras “linduras” del “Cholo” Torres que revelaron estas dos organizaciones sin fines de lucro están sobreprecios en al menos tres conceptos que analizaron y seleccionaron de manera aleatoria.

Estos son la pavimentadora de cimbra deslizante, la máquina texturizadora y el concreto premezclado que registraron pagos por encima de los precios del mercado en un 35 por ciento.

“De 99 bancas que finalmente colocaron y pagaron 40; de 135 botes de basura al final se colocaron 35; y de 188 estacionamientos para bicicletas terminaron colocando 15 y de menor calidad”, cita el estudio.

Esperemos que lo llamen a rendir cuentas.