¿Y la vacuna?

24 enero 2021

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Editorial

El Gobierno estatal de Yucatán muestra su molestia por la falta de permiso federal para salir en busca de vacunas contra el Covid-19 al mundo, mientras tanto un enviado del Gobierno de Nuevo León aterriza en Rusia en busca de un vendedor de la vacuna contra el virus.

En Sinaloa, el propio Gobernador Quirino Ordaz Coppel encabeza la búsqueda desde hace meses de un proveedor de vacunas en Rusia, China o Canadá.
La realidad es que nadie sabe dónde están las vacunas, ni siquiera el dinero funciona, miles de millones de pesos mexicanos están listos para invertirse en la compra de unas vacunas que se prometieron desde hace meses, pero que apenas llegan a cuentagotas.
Los productores tienen sus propios problemas, en Estados Unidos, la llegada de Joe Biden al poder multiplicó la demanda gubernamental por vacunas en busca de atenuar una pandemia que ya devoró medio millón de estadounidenses.
La apuesta de producir y vacunar a 100 millones de estadounidenses en tan solo 100 días provocó inevitablemente que la producción casi total del País se quedara en su territorio, por lo menos durante los próximos meses.
En China, el Gobierno atiende llamados de Brasil, Turquía, Indonesia y por supuesto, México, decenas de países llaman pidiendo informes por alguna vacuna, pero los chinos voltean a su propio país y no hay producción que les alcance.
Rusia recibe a los emisarios mexicanos que buscan comprar su vacuna, pero resulta que en México la Cofepris ni siquiera ha permitido su entrada, así que la puerta está cerrada para todas las vacunas mientras no sean legales en el País.
La única vacuna que ha llegado a México de manera legal y a través del Gobierno es la conocida Pfizer, pero de manera muy limitada, que apenas ha alcanzado para inmunizar a unos miles de trabajadores de la Salud y a un Alcalde que se metió en la fila.