Y la basura sigue ahí

Editorial
27 junio 2024

Parece que nunca serán suficientes los esfuerzos que se hagan para mantener limpias las calles, predios, canales y arroyos. La basura sigue ahí.

Y lo hace porque para muchos, aún no ha quedado claro el impacto que los desechos tienen en el medio ambiente.

Pero además, tampoco queda claro para algunos que ese impacto que generan puede revertirse y ocasionar afectaciones, sobre todo en temporada de lluvias.

En Mazatlán, por ejemplo, la biobarda que el colectivo MazConCiencia instala sobre el Puente Juárez, en el punto donde se unen el estero El Infiernillo y el Canal de Navegación, logró retener 10 toneladas de desechos que las lluvias recientes arrastraron.

Y esos desechos no llegaron solos, sino que son un reflejo de la conducta humana, que aún no ha entendido de las afectaciones que pueden llegar a provocar.

Porque si bien es cierto que en muchos casos las ciudades no se han diseñado para revertir la acumulación de agua por las lluvias y generan inundaciones, a ello se le suma que la basura genera taponamientos y hace más grande el problema.

Y no se trata de un tema nuevo, sino que ha prevalecido durante años y crece en la medida en que las ciudades se expanden, porque se sigue asumiendo que el destino final de los desechos es el espacio público.

Sin duda, hacen falta cambios en la cultura del cuidado ambiental de la población, pero no se va a lograr por sí solo ni de un momento a otro, sino que se requieren de acciones permanentes para orientar y también para sancionar.

Y sumado a ello, por supuesto, debe haber también de parte de las autoridades una mejor calidad en los servicios de recolección de basura y de limpieza de los servicios públicos, porque una deficiencia puede también ser causa de lo otro.

Como en muchos casos, es urgente que la sociedad muestre más interés en su entorno y esté dispuesta a colaborar para tenerlo en mejores condiciones y cambiarlo, porque al final, eso incidirá también en una mejor calidad de vida.