Volver a la normalidad
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Editorial
Después de la pandemia por el Covid-19, ¿cómo será regresar a la normalidad? Porque sí, ese mundo normal que se dejó atrás no será el mismo que se encontrará cuando se levante la cuarentena.
Y no solo por lo que implicará las relaciones sociales, sino también, por las relaciones laborales, porque ¿se tendrá un empleo al cual volver?, ¿seguirá abierta la empresa donde se tenía un trabajo?, ¿habrá oportunidades para quienes no lo tengan?
Porque sí, habrá que adaptarse a nuevas condiciones de vida, sociales y productivas y el panorama que se avizora no es el mejor para nadie.
En México, la industria atraviesa por su peor momento y solo se conocen las cifras hasta el mes de marzo, cuando apenas comenzaba la contingencia por el nuevo coronavirus. En ese mes, tuvo uno de sus retrocesos más significativos desde 2009.
Y ni qué decir de la situación del empleo: en abril, ante el Seguro Social se reportaron la pérdida de más de medio millón de puestos de trabajo, precisamente en el mes en que se agudizó la pandemia en México.
Y ni hablar de la actividad turística: tal como ha impactado en todo el mundo, el paro de actividades en Mazatlán ha ocasionado que la llegada de turistas tenga un desplome del 81 por ciento, de acuerdo con reportes hoteleros.
No, la normalidad después de la crisis sanitaria por el Covid-19 no será la misma, pero algo habrá de hacerse para que las cosas se restablezcan.
No será igual, pero se necesitará que una planta industrial reinicie operaciones. No será igual, pero se requerirá que servicios básicos vuelvan a abrir sus puertas. No será igual, pero la actividad turística tendrá que moverse de nuevo.
Costará trabajo, sí, como ha sido en otras épocas de crisis, que Sinaloa sabe contar. Pero costará más si no se tiene una alianza con el Gobierno, independientemente del nivel que sea, para que a las empresas les resulte más fácil.
Al Gobierno le conviene un sector productivo activo. Asegurarle el regreso a la normalidad, deberá ser una de sus prioridades.