Violencia de locura
El mes de octubre se encuentra inmerso en una espiral de violencia contra las mujeres que causa estupor, no en balde la semana pasada la titular de la Secretaría de las Mujeres en Sinaloa, María Teresa Guerra Ochoa, declaró ‘octubre de emergencia’.
Señaló que octubre ha sido el mes con mayor incidencia de feminicidios en lo que va de la administración del Gobernador Rubén Rocha Moya; anteriormente, eran diciembre de 2021 y el mismo mes del siguiente año, con cinco feminicidios en cada uno.
Ayer domingo esa cifra se volvió a cimbrar con el asesinato a puñaladas de una mujer en la colonia Estrella, en la ciudad de Los Mochis.
De acuerdo a las declaraciones de algunos testigos, Johana, de 30 años, estaba discutiendo con un hombre, quien la agredió hasta quitarle la vida.
Según palabras de Guerra Ochoa el jueves 19 de octubre, el deceso de la joven embarazada asesinada en Navolato es el feminicidio número 27 en el mes; con el deleznable asesinato de la joven Johana, de 30 años, en Los Mochis esta cifra sube a 28.
Mucho se ha condenado la postura violenta de hombres que se sienten dueños de las vidas ajenas.
Al respecto, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras, señaló el domingo que solo a Dios le corresponde cuál es el término de la vida de cada una de las personas, tras lamentar los recientes homicidios registrados en Los Mochis, Culiacán y Mazatlán.
Comentó que todos tenemos el derecho de vivir, especialmente porque se trata de un derecho sagrado.
El Obispo de la Diócesis de Mazatlán precisó que era de suma importancia tener humanismo para ser conscientes de la importancia de la vida del otro.
Y como ejemplo de ese desequilibrio entre el humanismo expresado por el jerarca católico y el salvajismo de los asesinos imparables, Guerra Ochoa mencionó el caso del hombre que asesinó a martillazos a sus dos hijas de 1 y 3 años, en Los Mochis.
“Es un tema psiquiátrico, porque imagínate, ¿quién mata a sus hijos, y a niñas indefensas? O es un tema de drogas, yo no encuentro otra razón. O un tema de locura, o un tema de adicciones”, opinó.
Una locura psicosomática o inducida que no tiene justificación cuando se trata de la vida de personas indefensas.