Sinaloa sacrifica la Semana Santa
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Editorial
La decisión no fue fácil, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel salió a anunciar públicamente que Sinaloa renunciaba a la Semana Santa, las dos semanas que concentran la mayor derrama de recursos en los destinos turísticos sinaloenses.
Irónicamente, el Gobernador es uno de los principales hoteleros, del principal destino turístico de Sinaloa, y uno de los promotores incansables de las bellezas que guarda nuestro estado.
Pero la contingencia sanitaria no está para negocios, el cierre de los 532 hoteles sinaloenses termina de golpe con la mejor temporada turística, pero dejarlos abiertos hubiera permitido la llegada de todos aquellos que se niegan a respetar la cuarentena.
La mayoría de estos hoteles se encuentran en Mazatlán, por lo que el impacto económico se resentirá, de manera especial, en el puerto.
El Hotel Aguamarina, el Hotel Playa y los hoteles de Grupo El Cid fueron los primeros en anunciar el cierre, atendiendo las medidas de seguridad por la emergencia sanitaria.
Incluso, Grupo El Cid dio a conocer que adelantó un mes de salarios y prestaciones a todos sus empleados, con la intención de que pasen en las mejores condiciones el mes de cuarentena, un esfuerzo que difícilmente podrán hacer todos los hoteles, pero que habla bien de una de las empresas con mayor tradición en el ramo turístico sinaloense.
El esfuerzo será enorme para todos, pero si somos capaces de salvar una sola vida con el sacrificio de empresarios y empleados, el sacrificio habrá valido la pena.