Regreso a clases
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Editorial
La pandemia del Covid-19 ha obligado a replantear cómo se lleva a cabo la vida y las diferentes actividades en medio del riesgo de contraer la enfermedad.
En lo que llegan los medios para curar de manera efectiva y sobre todo, en lo que se termina la vacuna que ayude a su prevención, la distancia es hasta ahora el método más eficaz.
Por eso, muchas cosas se hacen desde casa, cuando las condiciones así lo permiten y así será el caso del inicio del ciclo escolar el próximo lunes.
Los estudiantes deberán aplicarse y llevar a cabo su programa de estudios desde la distancia, alejados de sus maestros y supervisados por sus padres o familiares.
El reto es lograr que la calidad de la educación, y la efectividad del aprendizaje, no decaiga en estas nuevas condiciones.
Se requiere un esfuerzo extraordinario para que niños y jóvenes no dejen de aprender y sobre todo, que el aprendizaje adquirido sea efectivo.
Los padres, en esta Nueva Normalidad, han tenido que aprender y asumir roles que anteriormente dejaban a la escuela: el seguimiento de lo aprendido.
Los maestros, han tenido que adaptarse de manera más rápida a las nuevas tecnologías, incluso más rápido que cuando se intentó poner en marcha, por ejemplo, herramientas como la Enciclomedia.
Y los estudiantes han tenido que hacer uso de lo que ya saben, en aspectos más productivos: la tecnología para aprender.
El modelo educativo, ante estas condiciones, enfrenta un reto enorme en México y en Sinaloa, que es la de mantener, al menos, los estándares educativos. Porque ese es, además, su principal riesgo: que en la dispersión, la calidad de la educación retroceda.
El lunes comienza una nueva etapa en la historia en la educación que requerirá el esfuerzo de todos para que se cumplan con los objetivos, porque aún con la televisión como un instrumento más, asegurar el aprendizaje en tiempos de la pandemia del Covid-19, no será una tarea fácil.