La política eterna

06 octubre 2020

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Editorial

La política, esa búsqueda incesante y eterna por el poder, no tiene fecha de caducidad o descanso, apenas nos recuperamos del “tsunami” y ya se fragua la alianza en contra de la 4T.

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador hace tiempo que lanza señales de que llegó para quedarse, o por lo menos para trascender a su Presidente y mucho más allá, eso quedó claro, el asunto es si el resto de los partidos y los votantes lo va a permitir.

A menos de un año del proceso electoral de 2021, Morena se dispone a llevarse el carro completo, pero la oposición comienza a moverse en sentido contrario, los partidos comienzan a vencer sus reticencias y en semanas o meses podríamos ver alianzas y coaliciones nunca vistas en la política mexicana.

Quizá la más sorprendente será la de ver a panistas y priistas de la mano, trabajando juntos en busca de contener a la marea morenista, que amenaza con quedarse con el poder muchos años.

La alianza que parecía imposible, entre el PAN y el PRI, ya se ha dado en el pasado, pero siempre en contextos especiales y de manera meramente coyuntural.

Las alianzas y coaliciones entre priistas y panistas han funcionado en el pasado, debido a la naturaleza de algún candidato, pero nunca como algo sistémico.

Sin embargo, por primera vez en la historia del País y con un enemigo tan formidable como Morena, los partidos comienzan a asociarse con un objetivo en la mira: arrebatarle la mayoría en el Congreso de la Unión a los morenistas.

Además de la Presidencia, Morena consiguió la mayoría en el Congreso de la Unión en las elecciones del 2018, lo que le ha permitido realizar cambios a las leyes y tomar decisiones que no hubiera podido sin el Congreso.

De ahí que, ahora, la Oposición se haya puesto como objetivo para las próximas elecciones arrebatarle a Morena la mayoría en el Congreso.