La caída de ‘El Marro’

02 agosto 2020

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Editorial

José Antonio Yepes, “El Marro”, cayó por su propio peso.

El arresto del capo del Cártel de Santa Rosa de Lima prueba lo que siempre hemos pensado, que el día que el Gobierno se decide a atrapar a un delincuente lo consigue, el chiste es que exista la voluntad de hacerlo.
“El Marro” se atrevió a salir a retar al Gobierno federal, abandonó su escondite y en ese momento se convirtió en un blanco de policías y militares, en ese momento su suerte estaba echada.
La inteligencia militar ubicó a “El Marro” huyendo por la sierra de Guanajuato, acosado por una persecución permanente, que lo obligó a abandonar la seguridad de los terrenos que controlaba y que tenía como origen la comunidad de Santa Rosa de Lima, en el municipio de Villagrán, Guanajuato.
Dedicado al robo de combustible, al secuestro y a la extorsión, “El Marro” se atrevió a amenazar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, después de que fue detenida su madre.
Considerado uno de los máximos responsables de la violencia en la zona de El Bajío, el delincuente protagonizaba un enfrentamiento en contra del Cártel de Jalisco Nueva Generación, dejando en la zona de Celaya un reguero de sangre.
La osadía del delincuente provocó que las fuerzas del orden emprendieran un operativo denominado “golpe de timón”, con el objetivo de capturarlo, y finalmente el operativo ha culminado con éxito.
Atrapar a “El Marro” no fue fácil, se movía en tres municipios diferentes, Villagran, Celaya y Juventino Rosas, donde utilizaba desde casas de lujo hasta cuevas para evadir a la justicia.
Finalmente las autoridades lo arrestaron cumpliendo con el viejo dicho de que el día que se deciden atrapan a cualquier delincuente, el problema es que no hay delincuencia organizada sin el apoyo de alguna autoridad.
Ellos ayudan a crearlos y el día que lo deciden terminan con la pesadilla.