Entre
la espada
y la pared
La realización de eventos públicos, y más cuando éstos son masivos, son siempre un signo de bonanza en una ciudad. Significan movimiento de gente y por lo tanto movimiento de la economía.
Un evento masivo mueve ventas, comercio, proveedores, transporte... en fin, muestra la vitalidad de una ciudad.
Por eso es tan lamentable y tan negativamente significativo que en Culiacán se estén cancelando dichos eventos.
Y aunque el propio Gobierno estatal insta a no ceder los espacios públicos ante la violencia, lo cierto es que el costo de realizar eventos como el de la Feria Ganadera y el Palenque de Culiacán son demasiado tentadores para los grupos delincuenciales, y el temor de que puedan ser blancos de ataques no está de más. El riesgo es palpable.
Una sociedad atemorizada como la nuestra, con una ola de violencia nunca antes vista, no sólo por las víctimas sino por la cierta espectacularidad de algunos sucesos, no deja espacios para la duda, y aún cuando se hicieran los eventos, lo más probable es que la asistencia no sea la de otros años.
Así que la afectación de esta siniestra pugna entre el Cártel “de casa” nos sigue costando caro a los ciudadanos.
¿Hasta cuándo?, es la pregunta de todos... y de la que nadie tiene respuesta.