El virus que no se quiere ir

Editorial
01 julio 2021

Quiere el mundo regresar a su vida de antes, reiniciar el tiempo que nos ha tocado vivir, olvidar los últimos meses, pero el virus no se quiere ir.

La pandemia continúa devorando vidas, quebrando negocios, cancelando eventos, alterando la vida de millones de personas.

Y México no tiene la exclusiva, el mundo entero ve cómo sus índices retroceden un día y al siguiente vuelven a dispararse.

Sinaloa, igual que varios estados del País, sufre el crecimiento de los casos de contagios, luego de un largo tiempo con los niveles bajo control, lo que causa, sobre todo, un gran sentimiento de desconcierto.

Y no solo los ciudadanos se encuentran desconcertados, el discurso de las autoridades se tambalea, cuando en lugar de buenas noticias tienen que aceptar que las cosas no van bien.

Uno de los principales problemas es tomar decisiones en el tema de salud, cuando todo tiene fuertes implicaciones económicas, cuando se puede destruir a sectores productivos con un cierre o una decisión precipitada.

Además, la gente se encuentra desgastada por los meses de encierro y por la crisis económica que nos ahoga.

Duele más descubrirse contagiado cuando se creía que la pandemia había sido superada, desconcierta aún más tener un familiar enfermo cuando ya nos sentíamos a salvo.

Golpea muchísimo más la muerte de un familiar cuando el verde ya pintaba nuestros municipios, nos lastima y nos obliga a preguntarnos lo que estamos haciendo mal, lo que dejamos de hacer.

El virus del Covid-19 no da tregua ni se quiere ir, su objetivo, como el nuestro, es sobrevivir y expandirse, desgraciadamente lo hace a costa nuestra, matando a muchos de nosotros.

A diferencia de otras épocas, ahora sabemos cómo cuidarnos y cuidar a los demás de los contagios, el problema es que no lo hacemos o lo hacemos a medias.