El uso de los plásticos
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Editorial
Sin duda, el uso del plástico en la vida cotidiana de las personas simplificó muchas cosas: la transportación y almacenamiento de alimentos, de objetos, de pertenencias se hizo una tarea más fácil.
Sin embargo, su masificación se ha convertido también en su condena, que hoy ha llevado a muchos lugares del mundo a prohibirlos. Hay un uso desmedido del plástico, desde bolsas hasta botellas, que únicamente tienen un solo uso.
Y sí, hacer uso de esos objetos no requirió de ningún tipo de aprendizaje, pero aprender a darle un destino final correcto se ha convertido casi en una tarea imposible. Y basta ver todos esos indicadores de contaminación que hablan de la cultura ambiental de cada uno de quienes habitan en esta tierra.
En México, varias entidades y ciudades entraron en la dinámica de prohibirlos, como una medida drástica para obligar también a un cambio forzoso en el uso de productos que tengan un menor impacto en el medio ambiente.
En Sinaloa han tomado una decisión parecida, la de prohibir su uso, pero no de manera drástica, sino de una aplicación paulatina.
El Congreso del Estado aprobó una reforma a la Ley de Residuos y a la Ley de Desarrollo Sustentable en el que plantean una prohibición gradual del plástico de un solo uso y del unicel en establecimientos comerciales.
Aunque un sector empresarial pidió manejar esas restricciones de manera diferente, los legisladores aprobaron por unanimidad las nuevas medidas adoptadas en Sinaloa para la protección ambiental.
Ahora, será cuestión de que tanto autoridades como empresarios y sobre todo, ciudadanos, adquieran conciencia del impacto que están ocasionando al ambiente y que las medidas se tienen que adoptar ya, antes de que las cosas se compliquen, más.