El patrimonio de la salud
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Editorial
Pocas veces en la historia de la humanidad habíamos tenido la oportunidad de valorar la salud, como ahora.
La pandemia de Covid-19 ha cambiado las reglas de muchas cosas, pero quizá las más importantes están por venir.
La ONU ha puesto “el dedo en la llaga” al advertir que los países ricos podrían intentar monopolizar las vacunas en contra del Covid-19.
Imaginemos que solo los países ricos o las personas con cierta estabilidad económica pudieran tener acceso a la vacuna.
Tendríamos un planeta dividido en dos: en zonas libres del coronavirus, mientras que en el resto del mundo la gente sigue muriendo.
En Sinaloa, el Gobierno estatal ha declarado que prepara alrededor de 50 millones de pesos para comprar la vacuna en cuanto esté disponible, una buena noticia para los sinaloenses, pero que tiene diversas implicaciones cuando nos preguntamos ¿y qué va a pasar con el resto de los estados que no puedan comprarla?
Y estamos hablando de que se puedan comprar, ya hubo un intento del Presidente Donald Trump de comprar la existencia completa de una vacuna que se investiga en Estados Unidos.
El asunto no es baladí y seguramente necesitará que nuestros gobiernos, a escala planetaria entiendan que la humanidad completa juega en el mismo equipo.