El partido invisible
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Editorial
Morena es el partido político en el poder, la institución política con mayores preferencias entre el electorado mexicano, el partido de las mayorías, sin embargo, es un partido político que no existe, es tan solo una idea.
Después de dos años en el poder, los morenistas se han negado a construir una infraestructura real de partido, no tiene oficinas de gestión social, no ha realizado una credencialización, ni mucho menos se ha abierto a nuevos militantes.
El partido ha sido construido sobre el apoyo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, es su figura quien aglutina a los millones de seguidores, que en el papel no existen, no se pueden enumerar, no se les puede dar nombre ni ubicar en ningún sitio.
Hay dos hipótesis para explicar esto, la primera es que los actuales líderes del partido son demasiado ineficientes que no han podido construir un partido, una hipótesis difícil de creer.
La segunda y la más creíble, es que López Obrador se ha negado a construir partido, o que lo está construyendo virtualmente, sobre las estructuras de su Gobierno, tomando todo el País como su partido y sumando a la mayor cantidad posible de mexicanos como sus seguidores.
La estrategia puede funcionarle al tabasqueño, pero solo a él, una vez que deje el poder, la idea construida sobre su figura se diluirá como viento, es entonces cuando los morenistas descubrirán que no existe un partido que los aglutine.
Ahora, si observamos la capacidad de autodestrucción que muestran los morenistas en la polémica renovación de liderazgos que viven actualmente, quizá podamos comprender las razones por las que el Presidente prefiere no tener un partido.
El asunto es que a un año de la elección nacional que renovará 15 gubernaturas y miles de alcaldías, Morena sigue siendo un puñado de personas alrededor del Presidente,lo demás son miles de personas que reciben cada mes una ayuda a través de un programa de Gobierno.