El otro daño colateral
El robo de vehículos es uno de los que ya entendimos que debe estar ligado directamente con el crimen organizado para funcionar, para que sea negocio y que sea más redituable o seguro cometerlo sin tener castigo.
Lo decimos porque las estadísticas en Sinaloa son de locos. Nada más el ejemplo del año pasado, para Sinaloa, es de 3 mil 755 denuncias.
Entendemos que hasta las policías deben dejarse cortejar por la corrupción para que algo así de grande funcione, produzca y crezca.
Y si pensábamos que en medio de la guerra intestina del Cártel de Sinaloa entre facciones de “El Mayo” Zambada y “El Chapo” Guzmán este delito habría de colapsar, pues no podíamos estar más equivocados.
Según la Fiscalía General del Estado, en su oficina especializada para atender este delito de robo de auto, se han registrado 44 denuncias desde el lunes pasado hasta ayer domingo.
Es decir, ni la guerra les ha impedido cometer el delito. De hecho, entendemos que sea una de los daños colaterales, porque el equipamiento que mayormente requieren los grupos armados, además de las armas y municiones, claro está, son los vehículos.
La oficina especializada informó que recibió 31 denuncias de lunes a jueves, luego cinco el viernes, cuatro el sábado y otras cuatro el domingo.
Por lo tanto esto, debemos admitir, va a continuar, así que prepárese.