El futuro para México

Editorial
07 junio 2023

Los pronósticos más recientes sobre instituciones financieras señalan que este año, México tendrá un crecimiento económico mayor al que inicialmente se había estimado, y eso es bueno para el País.

El Banco Mundial elevó su proyección de 1.5 por ciento del PIB previsto a inicios de año, a 2.5 por ciento a casi mitad de año, lo cual refleja que algo está cambiando para el País, de manera positiva, en este 2023.

El banco BBVA también considera que México está pasando por un buen momento y se ha convertido en un punto atractivo para las inversiones y junto con ello, es la oportunidad de seguir creciendo con el “nearshoring”, es decir, la llegada de empresas de Estados Unidos a México.

Sin embargo, aunque el panorama se ve positivo, también hay señales sobre las que piden poner atención y es el ambiente electoral que está próximo a arrancar en relación con la sucesión presidencial, la renovación del congreso y gobiernos locales.

Si la polarización política se exacerba durante los próximos meses, podría generar desconfianza de los inversionistas, que optarían por frenar inversiones hasta no tener claro hacia dónde irá el País.

Un proceso electoral ríspido, que ponga en riesgo la normalidad democrática mexicana, con propuestas que pongan en duda la situación económica actual y que sea la antesala de conflictos postelectorales podría echar abajo lo que ha podido recuperarse hasta ahora.

Sí, hay indicadores positivos de la economía en México que generan optimismo en las instituciones financieras locales y globales, pero también, hay señales sobre las que no pueden quitar la mirada y es lo que se avecina en el tema electoral.

De esta manera, no solo está por definirse una sucesión política como la que ocurre cada seis años en México, sino también, un rumbo económico no nada más por las propuestas que los representantes políticos hagan, sino por cómo se genere certidumbre en los inversionistas. Y sobre ello, habrá que poner atención.