El circo electoral

27 diciembre 2020

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Editorial

El ex futbolista puma, Jorge Campos, podría convertirse en candidato a una Diputación federal por el Partido Encuentro Solidario.

Otro futbolista, Adolfo “El Bofo” Bautista, de las Chivas Rayadas del Guadalajara, también levanta la mano y asegura que también le gustaría convertirse en candidato a una Diputación federal.

En Nuevo León varios actores están dispuestos para ocupar puestos de elección popular, pero la lista no se detiene ahí, influencers, youtubers y hasta periodistas que alguna vez tuvieron sus cinco minutos de fama están dispuestos a incursionar en la política.

Y aunque usted no lo crea, hasta Carlos “Kiko” Villagrán, aquel actor que fue famoso por aparecer en el programa de televisión de El Chavo del Ocho se encuentra listo para buscar un puesto de elección popular en Querétaro.

La verdad es que no tiene nada de ilegal que actores y ex futbolistas participen en la política, en el pasado, personalidades como Carmen Salinas o Silvia Pinal han ejercido cargos importantes en el Congreso de la Unión, pero el asunto es que esto se está volviendo el pan de cada día.

La razón es muy sencilla: los partidos políticos han perdido tanta credibilidad, que ahora han decidido reemplazar a los políticos tradicionales con rostros conocidos, aunque en realidad no cuenten con ninguna capacidad para administrar o gobernar una zona del País.

El sistema electoral fue construido por políticos con la única intención de perpetuarse en el poder en México y si es necesario eliminar sus nombres o sus rostros de las boletas lo harán con el objetivo de seguir ejerciendo su dominio, aunque lo tengan que hacer tras bambalinas.

Los partidos políticos se han convertido en franquicias en venta, disponibles al mejor postor y capaces de ser representadas con cualquier rostro.

¿Su ideología? ¿Sus metas y objetivos? ¿Sus luchas? A nadie le importan.