Ejemplos sinaloenses
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Editorial
Inmersos en las locuras derivadas de la lucha contra la delincuencia organizada en nuestro País, en ocasiones somos muy malos para ver lo bueno, eso que asoma por todos lados y que lleva la marca Sinaloa.
Dos ejemplos claros de lo bueno de estas tierras son dos jóvenes: el mazatleco José Hernández Urquidy y el de Juan José Ríos, Roberto Osuna Quintero; los dos forman parte del equipo de beisbol Astros de Houston.
Los jóvenes de apenas 24 años años de edad disputan el campeonato de beisbol de Estados Unidos, la llamada Serie Mundial.
Verlos a los dos triunfando en el mejor beisbol del mundo nos hace sentir que el logro es sencillo, pero simplemente no existe un antecedente de ese calibre, los jóvenes sinaloenses están haciendo historia, después de años de dedicación y esfuerzos.
Los dos han hecho un trabajo formidable, más allá de si su equipo consigue el campeonato o no, uno como abridor de juegos y el otro como cerrador.
El pasado sábado, el mazatleco José Urquidy, como se hace llamar en la liga en honor a su madre, abrió el cuarto juego de la Serie Mundial, convirtiéndose en apenas en el tercer mexicano en abrir un juego de campeonato en la Liga de Beisbol de Estados Unidos.
Si a eso le agregamos que ganó y que se convirtió en apenas el segundo mexicano en ganar un juego de Serie Mundial, solo después de Fernando Valenzuela, tenemos una idea del tamaño del logro del sinaloense.
De esa victoria hay que rescatar la enorme tranquilidad con la que se enfrentó a algunos de los mejores bateadores del mundo y el aplomo que tuvo para salir triunfador en la gran carpa, donde a los mejores se les doblan las rodillas.
El carácter y la valentía de los sinaloenses estaban en esa lomita y no en las calles donde la violencia parece ser lo único que podemos mostrarle al mundo.
Los sinaloenses somos mucho más que nuestros problemas, somos capaces de superar cualquier obstáculo y José y Roberto están ahí para demostrarlo.