Divorcio

07 mayo 2020

""

Editorial

Pocas veces el discurso político tiene una relación directa con la realidad en México, nuestros políticos tienden a vivir y gobernar en una realidad ajena a la del pueblo, de ahí los “mitos geniales” y las estrategias que nunca llegan a beneficiar al pueblo.

En el caso de la pandemia que afecta al mundo, por fin el discurso y el quehacer de los políticos parecía coincidir con los anhelos y los miedos de la ciudadanía, así que por una vez vimos un discurso político que respondía a las preocupaciones de los mexicanos.

Sin embargo, este maridaje ha sido momentáneo, las necesidades de nuestros políticos se revelaron inmediatamente contrarias a las de los gobernados.

Enfrentar de manera apropiada la pandemia, hubiera exigido un compromiso no solamente político, sino económico de las autoridades federales, algo que parece nunca estuvo entre sus planes.

Es claro que para el Presidente Andrés Manuel López Obrador primero están sus intereses políticos, sus promesas de campaña, sus proyectos personales, porque no se ve que el Tren Maya o que la refinería de Dos Bocas emocione a nadie, más allá que al propio Mandatario.

Mal equipados, desarmados, miles de médicos, enfermeras y personal médico fueron enviados a enfrentar el Covid-19 en hospitales que, de la noche a la mañana, nos dicen que fueron rehabilitados y equipados.

Salvo escasas excepciones, como los hospitales nuevos que se construyen en Sinaloa y poco más en el resto de los estados, la realidad es que nuestros contagiados por el virus son enviados a los mismos hospitales derruidos de siempre.

Si el virus no ha avanzado de manera trágica ha sido por el sacrificio de la población, los que siempre terminan poniendo el esfuerzo.

México sobrevivirá al coronavirus, como ha sobrevivido a todos los desastres y retos que nos hemos enfrentado, pero será otra vez a pesar de nuestros políticos.