Desabasto
La falta de medicamentos es un problema que atraviesa prácticamente a todas las instituciones del Sector Salud en México y parece que el problema no tiene fecha de resolución.
El problema inició cuando la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder y descubrió la cloaca en la que se había convertido la compra de medicinas en nuestro Gobierno, creada para enriquecer a unos cuantos en lugar de beneficiar a los pacientes.
Hasta aquí todo bien con el Gobierno federal, el problema es que cortó el árbol desde raíz sin haber sembrado uno nuevo y después de cancelar todas las compras con la industria farmacéutica mexicana salió al mundo a comprar los medicamentos necesarios para surtir los hospitales mexicanos.
La bronca es que comprar medicamentos no es fácil, nadie tiene toneladas de medicamentos guardados para surtir de un día para otro, así que después de meses de espera miles de enfermos siguen sin recibir sus medicinas.
El caso de Sinaloa es uno de los más delicados, ya que Sinaloa le entregó todo su dinero para medicinas al Gobierno federal para que fuera su comprador, en un intento por transparentar sus cuentas, pero el Gobierno federal no ha podido surtir las medicinas.
Algunos otros estados siguen comprando por su cuenta, lo que les ha permitido aminorar el desabasto al realizar sus compras de manera directa, aunque nadie se salva de sufrir el desabasto porque la lista de medicamentos es muy larga.
Para enredar todavía más el asunto, algunos estados como Sinaloa realizan algunas compras para tratar de cubrir los casos más urgentes, pero cuando se compra directamente y con urgencia todo sale más caro.
El asunto de fondo es que en algún momento el Gobierno federal se tendrá que sentar con los productores mexicanos, es cuestión de nuevas reglas y procedimientos para evitar la corrupción.