Cuidar el turismo
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Editorial
A pesar de todo, a Sinaloa le han salido bien las cuentas en la reactivación de la actividad turística: es de las entidades donde la recuperación del sector ha ido adelante y las expectativas aún siguen siendo buenas.
Pero eso se describe en un momento en que se desconoce cuál será el impacto del rebrote del Covid-19 en México y en Sinaloa y qué medidas se van a adoptar para contenerlo.
Lo que se vive en algunos países de Europa no deja de asombrar, porque las víctimas que la pandemia está cobrando son tan intensas como en la primera oleada de casos.
Hasta ahora, a Mazatlán le ha ido bien, dentro de lo que cabe. Aunque ha sido la segunda ciudad con más contagios y muertes en Sinaloa, las personas infectadas se redujeron y no han significado hasta ahora más contagios la reapertura de las actividades turísticas.
Pero hay que observar que se ha dado en un ambiente hasta cierto punto “natural”, en el que la pandemia ha ido a la baja.
Ahora, en momentos en que Mazatlán es bien visto, en que genera entusiasmo de viajes, en que las tarifas se han reducido, en que las aerolíneas ponen más asientos y en que la promoción para la temporada invernal se incrementa, es momento de no bajar la guardia.
Porque a nadie, ni a los visitantes, ni a los empresarios ni a la población local le conviene que el puerto se convierta en un punto de nuevos contagios del Covid-19.
Y porque a nadie conviene, sería más importante para las autoridades locales y estatales, comprometerse a mantener los controles suficientes para garantizar que Mazatlán, el principal destino turístico de Sinaloa, sea también el destino más seguro del País.
Sí, la economía es importante para el desarrollo del Estado, pero lo es también la salud y no hay que perderla de vista. Porque si se garantiza esta última, se impulsará a la primera y ahí, todos saldrían ganando.