Consumo peligroso
La Secretaría de Salud en Sinaloa ha documentado que en los hospitales de la entidad se han atendido a 92 pacientes que han ingresado por intoxicación de fentanilo. Uno de ellos falleció y fue el bebé atendido en el Hospital Pediátrico de Sinaloa.
Tal vez la cifra pueda parecer menor frente a otros casos de intoxicación a causa del consumo, voluntario o accidental, de drogas, pero debe llamar la atención de lo que está ocurriendo en Sinaloa.
El fentanilo se ha convertido en una de las drogas más letales que se han presentado en los años recientes alrededor del mundo y el número de adictos crece y las muertes se multiplican.
En México poco se sabe del impacto de su consumo y hasta en qué medida se está propagando entre los consumidores de otros tipos de drogas.
Lo que se sabe son los decomisos frecuentes de fentanilo que son interceptados en puestos o en sitios donde se procesan drogas sintéticas que según el discurso oficial, son enviadas al extranjero.
Pero ha habido una negación sobre el problema de consumo y esos 92 casos detectados en Sinaloa podría ser solamente la punta de un problema que podría estar creciendo.
El consumo de drogas es real y se necesita de respuestas reales para poder afrontarlo. Negarlo, como ocurre con el fentanilo, solo permite que el problema siga creciendo y cuando asome la cabeza, será más difícil afrontarlo.
Y ese ha sido una de las principales fallas que se han tenido en México, tanto del Gobierno y sus políticas públicas punitivas y de la sociedad, con su condena moral, en relación al consumo de drogas y las adicciones.
Se castiga a todas por igual y se deja de atender un problema central en la salud pública: la enfermedad de las adicciones.
Se necesita legislar para hacer frente a este problema que puede ser peor si no se actúa a tiempo. Se necesita actuar, además, para incidir en que más personas puedan acceder a tratamientos.
Pero mientras se siga negando la existencia de problemas como el consumo de fentanilo y se siga intentando minimizarlo, el problema podrá crecer y será más complicado actuar. Hay que confrontarlo.