Comunidad extranjera

El turismo, sin duda, es una de las actividades económicas que resulta significativa para algunas comunidades porque genera una derrama de recursos importante.

Y si se habla de turismo extranjero, también resulta de alto impacto, porque se trata de un segmento que llega a una ciudad y luego regresa, como ha ocurrido en sitios como Mazatlán

Sí, es verdad que en México ha existido un fenómeno en torno a la llegada de extranjeros porque encuentran en las comunidades mexicanas mejores condiciones de vida que las que viven en su país.

Y tiene que ver más que nada con las posibilidades de aprovechar mejor sus ingresos, en dólares, en entornos como el mexicano.

Además de que hay quienes llegan solo de paseo, hay quienes arriban con un plan de vida y otros, con un plan de trabajo remoto porque les resulta más rentable que en sus países. A algunos de ellos les han llamado nómadas digitales y está bien. O no tanto.

En algunas regiones del País se ha dado un fenómeno, el de la gentrificación, provocada por la llegada de esa comunidad extranjera. Su instalación ha obligado a residentes tradicionales a buscar otros espacios para vivir porque la llegada de extranjeros ha elevado el costo de la vida y la ha modificado también.

Pero no todos los que llegan a México son así. Hay quienes llegan a pasar largas temporadas de descanso y logran conectarse con la comunidad, involucrándose en sus necesidades.

Pasa en Mazatlán, como decimos, en que sus residentes extranjeros se han arraigado y hasta han omitido las alertas de inseguridad que emite su país para no estar en Sinaloa.

Se les puede ver lo mismo atendiendo centros educativos, ayudando a menores y promoviendo inversiones en infraestructura educativa, que disfrutando con los mazatlecos festividades como el Carnaval.

También se les observa lo mismo colaborando en eventos de recaudación de labores altruistas que con su asistencia en la continua actividad cultural que se tiene en el puerto.

Es cierto que en algunas ciudades y comunidades, los cambios que ha generado la llegada de extranjeros les ha significado un problema, pero en casos como el de Mazatlán, ha sido una simbiosis positiva. Y eso, hay que aprovecharlo.